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Marcelo Caballero (45) desde su niñez empezó a trabajar en la venta de piri junto con su padre, quien le enseñó a fabricar y vender. Ahora sigue acompañado de su esposa Mariza Maqueda y sus hijos.
La cosecha del piri empieza a mediados de agosto cuando se extrae el material en la zona del lago Ypacaraí. Se expone unos días al sol para que pierda el líquido y luego se va entramando con el hilo de ferretería.
La familia se instala en Caacupé entre el 2 y del 8 de diciembre, periodo en que llega a vender hasta 30 docenas, según detalló Marcelo.
Pero la demanda de la esterilla ahora también se da para otros usos, especialmente cortinas y alfombras, de ahí que tienen trabajo todo el año.