El Día del Padre se celebra el tercer domingo de junio. En nuestro país, es tradición celebrarlo con un tradicional asado y la reunión de toda la familia alrededor de quien algunos dan en llamar “el rey de la casa”.
Pero este año, esta celebración no será tal, pues debido a las restricciones impuestas por la cuarentena inteligente del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social para contener la propagación del covid-19, las visitas no están permitidas ni las aglomeraciones de personas.
La sicóloga Lic. Nena Zelada nos cuenta cómo sobrellevar este difícil trance en el que el contacto físico no está permitido en especial con los padres que tienen más de 65 años y que están en el grupo de riesgo.
“En primer lugar, esta fecha, al igual que el Día de la Madre nos encontró en un lugar distinto, lejos de los abrazos, las caricias y sobre todo el contacto personal en las conversaciones del tradicional almuerzo familiar. Obviamente el impacto emocional es realmente considerable, más aún si tenemos en cuenta que ya llevamos mucho tiempo en este modo covid de vivir”, reflexiona la profesional.
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Para sobrellevar de la mejor manera posible ensaya una fórmula de tres pasos que es C+P+A, es decir: Creatividad, Prevención y Amor.
En cuanto a la creatividad, sugiere recurrir a las herramientas que ofrece la tecnología como videollamadas o videoconferencias familiares a una hora determinada en la que principalmente el homenajeado hable a la familia, comparta anécdotas y vivencias. Los artistas de la familia, a su turno, pueden ofrecer presentaciones breves de canciones, poesías y carteles alusivos a ese día. En cuanto a la prevención, “lo mejor ahora es tener paciencia y evitar las visitas que puedan poner en riesgo a las demás personas. Es duro y difícil pero la mejor muestra de amor en estos tiempos es guiarse por las normas sanitarias para que en un futuro no muy lejano todos los abrazos acumulados puedan darse. Conversar sobre lo que es la pandemia y cómo se siente cada persona ante el distanciamiento también ayuda, pues expresar las emociones es un acto liberador”, recomienda Zelada. Y por último en esta fórmula, pero no menos importante, es el Amor. “Más allá de la carencia de contacto físico, el amor trasciende todo tipo de fronteras, se siente y se materializa de diversas formas. Quedarse en casa y celebrar a los padres de una manera distinta también marcará hitos en el anecdotario familiar”, explica la profesional, quien agrega que si no es posible lidiar con esta fórmula, buscar ayuda profesional también es una opción que pondrá a buen resguardo las emociones personales.
Existen diversas menciones del origen de esta fecha. Una de ellas es atribuida a Sonora Smart Dodd, una mujer estadounidense quien quiso homenajear a su padre Henry Jackson Smart, veterano de la guerra civil. La idea surge el 19 de junio de 1909 cuando Sonora recordó a su padre como un hombre valiente al hacerse cargo de los seis hijos al quedarse viudo. La idea fue tomada con entusiasmo en muchas partes de los Estados Unidos hasta que en 1924 se decreta establecer el tercer domingo de junio como Día del Padre. A partir de entonces la idea de propagó en todo el mundo.
