¿Cómo dijo? ¡Juventud divino tesoro!

“Juventud divino tesoro”: Título y uno de los versos más conocidos del poemario Canción de otoño en primavera, del célebre poeta nacido en Nicaragua, en 1867, Rubén Darío, máximo exponente del modernismo hispanoamericano. Darío se propuso renovar la literatura en lengua española y se caracterizó por su perfección formal, un lenguaje preciosista, el empleo de imágenes de gran belleza y el gusto por lo exótico.

Sus obras más importantes fueron Azul, 1888; Prosas profanas, 1896, y Cantos de vida y esperanza, 1905, antología a la que pertenece el poema del verso elegido. En él, el tema es la añoranza por la pérdida de la juventud y el sentimiento de melancolía que produce. El poemario no solo es considerado uno de los mejores libros del autor, sino una de las obras más logradas del modernismo hispanoamericano.

Rubén Darío tuvo una estrecha relación con los intelectuales paraguayos de su época. Un oficio del Ministerio de Relaciones Exteriores del Paraguay, de fecha 6 de septiembre de 1912, consigna que Darío fue designado cónsul de Paraguay en París y este fue el último cargo que desempeñó como diplomático, es decir, cuatro meses después de su artículo sobre Paraguay, en la primavera meridional. Lo había designado el presidente Eduardo Schaerer, político liberal.

Fuentes: dle.rae.es/ / https://www.zendalibros.com/ / https://eltrueno.com.py/