“Siempre hace bien poner el cuerpo”, expresa Sandra Mihanovich al ser consultada sobre el nombre de este espectáculo que la trae nuevamente a Paraguay. El jueves 11 y el viernes 12 de julio cantará por primera vez en el Teatro Municipal “Ignacio A. Pane”, acompañada por toda su banda y ofreciendo un recorrido por los éxitos de toda su carrera.
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El nombre del espectáculo –que también hace referencia a la canción compuesta por Celeste Carballo, que grabó en 1986–, según expresa la artista, también busca representar lo presencial, en tiempos en que estamos “con la virtualidad a full, con las pantallas”.
“Poner el cuerpo para aquello que nos gusta, para aquello que creemos, que defendemos, que cuidamos, que amamos. La vida se trata de poner el cuerpo. Si no ponemos el cuerpo, es como que nos quedamos a un costadito de la vida, no vivimos la vida completamente”, expresa.
Comenta que este año hizo un espectáculo para el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, y sintió que esta era la canción adecuada. No obstante, reflexiona que el mensaje trasciende mucho más allá de lo femenino.
Mihanovich es una de esas artistas cuya interpretación no se limita a su voz, sino que se extiende a todo el cuerpo. “La música es una maravilla, es una magia total, nos atraviesa completamente. Insisto siempre en que la música es sanadora y que todos necesitamos música en nuestras vidas”, expresa al respecto.
También se muestra dispuesta a generar esa magia con otros colegas y en esta visita a Asunción compartirá el escenario con Andrea Valobra, el dúo Purahéi Soul y Néstor Ló.
Con Andrea Valobra, comenta, ya tuvo la posibilidad de compartir el escenario en varias ocasiones. “Es una gran cantante, una gran artista, me encanta todo ese último trabajo que ha hecho con canciones tradicionales llevándolas a un formato de big band, al jazz, es una cosa fantástica”, refiere.
Con relación a Purahéi Soul, sostiene que fue una gran sorpresa: “No los conocía y me partieron la cabeza. Me parecieron de una simpatía, de un desparpajo, de un colorido… siendo muy chicos y muy actuales, a la vez con una cosa de una profunda identidad paraguaya”.
“Néstor Ló me pareció también muy encantador, me gustaron sus canciones, me gustó su ternura”, añade. Destaca, además, que son tres propuestas muy distintas entre sí.
“Me siento muy enriquecida y feliz de poder compartir el escenario con ellos”, añade.

Sandra Mihanovich creció rodeada de música. El sótano de su casa, donde ensayó con sus primeras bandas, guardaba una gran mística y pasaron por él artistas como Niní Marshall, Ella Fitzgerald, Donald, entre otros, que frecuentaban los encuentros organizados por sus abuelos.
Ella asegura que a los 11 o 12 años, cuando empezó a tocar la guitarra, encontró su espacio “de confort, de felicidad y de integración” en el canto. “Era lo que superaba todas las vallas de la timidez, las inseguridades, los miedos. Yo cantaba y estaba feliz. Con los años me fui dando cuenta de que ese era mi lugar feliz y ahí quería apuntar”, añade.
Si bien reconoce que ser hija de la reconocida periodista Mónica Cahen D’Anvers le abrió muchas puertas, al principio de su carrera musical también se encontró con alguien que le dijo que “las mujeres no venden”.
Afirmó que afortunadamente han podido demostrar que “ya no sucede así” y que “hoy día la mujer tiene un protagonismo”.

“Yo no diría que es mayor que el varón, porque nada es mayor que el otro, a la altura de, al mismo nivel. Hay varones, mujeres de todas las edades, que cantan todo tipo de géneros diferentes, que cantan, que hablan, que rapean. Hoy en día la música tiene un panorama completamente diferente”, sostiene.
Añade que en su época “grabar un disco era una cosa difícil y complicada”, ya que si no tenías una compañía discográfica o un productor, “alguien que dijera ‘vamos a gastar determinada cantidad de dinero para ir a un estudio’, para grabar un disco”, era muy difícil.
“Hoy eso no es necesario, graban con un teléfono y hacen lo que quieren. De repente eso trasciende y se transforma en algo muy popular. Las reglas de juego han cambiado, eso es muy interesante. Que se haya democratizado de alguna manera el acceso a la música me parece absolutamente extraordinario”, menciona.
Sostiene además que “el tiempo dirá cuáles de esas expresiones son las que van a perdurar y cuáles se van a quedar como parte del momento, de la moda”.
No obstante, sostiene que a pesar de todos estos cambios que ha vivido la industria musical “hay algo que no cambia nunca y es lo que tiene que ver con poner el cuerpo, con el vivo, con estar ahí”.
Sepa más
Fechas: 11 y 12 de julio a las 21:00
Lugar: Teatro Municipal “Ignacio A. Pane” (Pdte. Franco y Chile)
Entradas: Ticketea, desde G. 150.000