Lecturas de verano buenas compañías

Ya sea en la playa o en la casa, si te gustan los libros es hora de pensar qué leer en estas vacaciones. Generalmente, uno tiende a comprar la obra del autor que fue aclamado por la crítica, el que está de moda o los libros de autoayuda.

Y como tenemos presente que a la hora de elegir qué leer van a influir tanto tu buen estado de ánimo como las horas que le dedicarás a la lectura, te iremos ofreciendo algunos títulos que podrían interesarte. Hoy te sugerimos estas dos obras de Laura Esquivel: Íntimas suculencias- Tratado filosófico de cocina y Escribiendo de nuevo la historia.

Íntimas suculencias.

Tratado filosófico de cocina

Así como conquistó al público con su relato de una historia de amor desde los fogones de una cocina, la autora mexicana, nuevamente en esta serie de textos, que se basa en recetas e historias, describe la situación difícil pero prometedora de la mujer en el mundo actual.

Esta recopilación de recuerdos, narraciones breves, evocaciones, reflexiones, recetas y consejos amasados junto al fuego de la cocina de su madre y su abuela son los ingredientes con los que crea uno de sus libros más íntimos y personales, narrado en primera persona, que hace que parezca que Esquivel habla con el lector entre ollas y fogones.

En la obra, la autora cuenta cómo concibió los personajes de su best-seller Como agua para chocolate e incluye un recetario de deliciosos platos mexicanos: de la sopa de manzanas a la mayonesa adelgazante. La obra, sobre todo, es una visión femenina del mundo, de esa mujer actual que empieza a sentirse sujeto y no objeto, y que por ganar su lugar en este mundo y luchar con los hombres a la misma altura no renuncia a ser madre, esposa y, ante todo, cocinera. Este Tratado filosófico de cocina, principalmente, es una serie de reflexiones sobre la cultura gastronómica y el lugar que ocupa la mujer en la sociedad.

Como la misma autora asegura, Íntimas suculencias fue escrita cuando comenzó a reflexionar sobre si vivir o escribir. Y luego de pensarlo mucho, se dio cuenta de que la vida no se sustituye con la literatura ni la literatura con la vida. Porque, según afirma, leer es también vivir, pero que a veces una cosa nos hace olvidar la otra. “Por pensar mucho en la literatura, nos olvidamos de volver literatura nuestra vida”.

Pero luego se encontró con otro dilema: descubrir cómo es el hombre nuevo. Y concluyó que es aquel que logra conciliar las enseñanzas del pasado con el presente. “El hombre nuevo es el que lee en la vida, y que lee la vida, que lee la literatura y vive la literatura, el que vive la vida y la reencuentra en la literatura porque sus actos son de vida”, refiere. Y entonces le encontró sentido a publicar sus cuentos nuevamente. “Volver a invocar la vida a través de esos pequeños retazos de intimidad, volver a recordarle a la gente que es indispensable leer y vivir con la misma intensidad, y recordarle nuevamente que sin sabor la vida no vale la pena ser vivida y que sin sabor de vida la literatura no existe”.

Escribiendo la nueva historia.

Cómo dejar de ser víctima en doce sesiones

Según la autora, el objetivo de esta obra es reflexionar sobre lo que queremos hacer con nuestras vidas, sobre todo cuando nuestras acciones nos afectan tanto a nosotros como a los que nos rodean. Aunque muchas veces esas acciones sean debido a las decisiones que toman los demás, sin importar cómo nos pueda afectar.

Este ensayo plantea un método para retomar las riendas de nuestra vida y cambiar decididamente el rumbo de nuestra historia mediante la escritura, gracias, especialmente, a la técnica del guión cinematográfico, teniendo bien en claro, primeramente, qué es lo que queremos cambiar, sin conformarnos con que nos suceden cosas de las que parece que no tenermos control alguno.

Pero si queremos verdaderamente que la realidad cambie, debemos empezar por un cambio personal. Para comenzar una nueva historia debemos reescribir el guión de nuestra vida, descubrir quiénes somos, dejando atrás la culpa, los miedos, las adicciones emocionales, el dolor y todo aquello que nos causa daño y, sobre todo, perdonar y perdonarnos.

El libro es una invitación a actuar, a no quedarnos como espectadores, sino como protagonistas, a reconocer el mayor miedo que tenemos. Porque ese miedo determina muchas cosas, por ejemplo, a qué nos dedicamos y con quién nos relacionamos.Y ese es el gran obstáculo que impide el cambio, y por eso tenemos que vencerlo.

Después, debemos empezar a asumir que vamos a ser los protagonistas y que tenemos el poder  de decidir el rumbo de nuestro destino. Luego, plasmarlo en el papel; este ejercicio es un requisito imprescindible. Escribir lo más honestamente posible, ya que nadie nos va a juzgar ni a corregir. Lo máximo que puede pasar es que nos encontremos con nosotros mismos, y si lo logramos, lograremos vencernos a nosotros mismos

Al respecto concluye: “Unir palabra y pensamiento es crear. Imaginar es crear un nuevo mundo. ¡Recuperen su identidad de creadores! ¡Dejen de ser las víctimas!”.

Minibio

Nacida en la ciudad de México, un 30 de setiembre de 1950, Laura Esquivel, en la actualidad, vive en México y está casada con el escritor Javier Valdés.

Comenzó su carrera como maestra y guionista de cine, actividad en la que ha obtenido diversos premios. A raíz de la publicación Como agua para chocolate, su primera novela, alcanzó reconocimiento internacional y se convirtió en una de las escritoras mexicanas más importantes. Fue la primera autora extranjera en ser premiada con el American Booksellers Book of the Year, en 1994, año en que recibió los galardones de mejor novela traducida al portugués en la Bienal de São Paulo, Brasil, y el Conde de los Andes, de la Academia Española de Gastronomía y la Cofradía de la Buena Mesa, entre otras distinciones. También ha publicado Malinche, Tan veloz como el deseo, El libro de las emociones, La ley del amor y Estrellita marinera.

Debemos empezar a asumir que vamos a ser los protagonistas y que tenemos el poder de decidir el rumbo de nuestro destino.

mpalacios@abc.com.py