En los pies de Chiqui -diminutivo afectuoso que lo identifica desde pequeño- se sustentaron enormes satisfacciones para los aficionados del fútbol. Cerro Porteño, Gremio, Palmeiras y Libertad festejaron sus notables cualidadesdeportivas. Y ni hablar de la selección albirroja, que lo tuvo entre sus grandes ídolos. Es cierto, estas palabras suenan a despedida. Y de alguna manera es así. Pero, el "cañonero" solo da vuelta de página, porque de hoy en más hará rodar la pelota desde el puesto de director técnico.

- Cuesta decir adiós a una carrera que a uno le dio todo ¿no?

- Sí, claro que cuesta. Pero yo pensé que iba a ser más difícil el día después del anuncio oficial, sin embargo me está resultado normal.

- ¿Satisfecho con lo alcanzado o quedaron metas sin cumplir?

- Sobraron. Yo creo que tengo un plus muy grande. Se me cumplieron todos los objetivos y sueños de chico. Soñaba con jugar en el club del que soy hincha (Cerro Porteño), jugué como seis años. Soñaba jugar en la selección, jugué diez años. Soñaba con hacerles una buena casa a mis padres, lo cumplí al irme al primer club en Brasil. Solamente tengo para agradecer.

- ¿Está preparado para afrontar la vida desde otra actividad?

- Sí. En ese aspecto no voy a tener ningún tipo de dificultad. Lo que sí veo ahora es que necesito seguir ligado al fútbol, porque es una pasión muy grande. Me costaría salir de ello y entrar a sentarme detrás de un escritorio; eso sí sería muy fuerte.

- Ahora está formándose para ser director técnico.

- Sí, porque desde siempre me gustó. Yo siempre fui muy obstinado con las anotaciones, con la parte táctica. Siempre, aunque calladamente, tuve cierto rango de líder. O sea, detalles importantes como para dirigir un grupo.

- ¿Ganó lo suficiente como para llevar una vida holgada?

- Gané buen dinero para alguien que dejó de hacer su actividad a los 35 años. Pero, como cualquiera, no puedo dejarme estar. Tengo que producir, trabajar de vuelta en corto tiempo, porque los hijos son tres, la familia es grande, hay que preocuparse de la educación, la alimentación y la vestimenta de los chicos. La vida está cada día más cara y hay que seguir produciendo.

- ¿Va a extrañar más los entrenamientos, los compañeros, el público o las fotos en los diarios?

- Los entrenamientos, el día a día del vestuario y la cancha. Jugando uno no se da cuenta del cariño del público. Ahora que anuncié mi retiro, puedo percibir preque hay mucha gente a la que le importa lo que me pasa, que me quiere bien, mucho más allá de la parte material. Lo de las fotos en los diarios nunca me gustaron; me fui a un solo programa de televisión en 14, 15 años de carrera. Es la parte que menos voy a extrañar de la profesión.

- ¿Qué sensación le causa ver por televisión hoy los partidos de la selección, la que por muchos años usted había integrado?

- Sinceramente, no extraño. Me preguntaban mucho cuando estaba haciendo la recuperación si lo hacía pensando en volver a la selección, y yo siempre respondía que no. Mi objetivo real era volver para retirarme jugando un partido oficial y porque era una promesa hecha a mi hija Ambar. Lo que sí extraño es el contacto con los compañeros, los utileros, la gente del Departamento Médico, los compañeros más antiguos y gente nueva con quienes tengo amistad. Pero mato la nostalgia comunicándome con algunos por el messenger.

- ¿Con quiénes chatea por Internet?

- Quisiera hablar con Carlos (Gamarra), pero Carlos no está en esa era todavía. Hablo mucho con Julio dos Santos, Aldo Bobadilla, Diego Gavilán. Hay varios que manejan bien el modernismo.

-¿Podría definir lo que el fútbol representó en su vida?

- El fútbol es mi vida por mi vida. El fútbol soy yo, lo que pretendía ser desde que tengo uso de razón. En la cancha pude desarrollar mucho más los valores que me enseñaron mis padres: respeto, humildad, honestidad.

- ¿Clasifica Paraguay a la siguiente ronda?

- Yo creo que clasifica, y capaz que más tranquilo que las veces anteriores. Pero siempre hay un pero, tienen que arriesgar un poco más.

- Hay gente que critica al Maño Ruiz. Usted que lo conoce bien, ¿piensa que son infundadas o algo de cierto hay?

- Algunas sí, otras no. Hay que ponerse en el lugar de quien dirige el grupo. No es fácil. El tiene que pensar por todos, saber la cabeza de cada uno para intentar armar un equipo y tienen que jugar solamente once. Para ser técnico, lo primordial es ser justo y muchas veces es difícil, por diferentes motivos. Lo que yo veo es que aquí en el país, somos exageradamente críticos. Y a veces debemos mirar qué tenemos y hasta dónde podemos exigirles a los que están en el plantel.

- ¿Podría armar su equipo ideal?

- Está bien el mismo equipo que está jugando, pero yo le decía al profe (Maño Ruiz), con quien tengo buena amistad, que nuestro mejor jugador de medio para arriba actualmente está entre Haedo y Dos Santos. Si yo fuese el entrenador, Dos Santos tendría que jugar de enganche y no le haría jugar para afuera.

- ¿Un jugador que no fue convocado y que tendría que estar sí o sí en el equipo?

- Juan Daniel Cáceres. Por todo lo que representa, no solamente dentro de la cancha. Por la virtud de liderazgo que tiene, por su positivismo cien por ciento. Es un ejemplo, no solo como profesional, sino como persona.

- ¿Suelen presionar los dirigentes para hacer convocar a los futbolistas jóvenes que empiezan a aparecer?

- Yo creo que Montiel y Riveros están en la selección por capacidad. Especialmente Riveros está pasando por un momento excelente. Montiel apareció fulgurante y después creo que pagó un poco el precio de tan chico estar ya en la vidriera grande. Eso es normal; porque con 17, 18 años, uno todavía se deslumbra o se preocupa por otras cosas que no son totalmente inherentes a la profesión. Pero Montiel es un crack, es el mejor jugador del fútbol paraguayo.

- Juéguese, ¿hasta qué instancias llega Paraguay en el Mundial Alemania 2006?

- Es difícil jugarse. Por haber estado dos veces jugando mundiales, te puedo decir que se clasifica haciendo las cosas normalmente, pero a partir de la clasificación esun tipo de torneo diferente y hay que arriesgar mucho más de lo que solemos arriesgar.

- ¿El campeón?

- Brasil.

IDENTIKIT

Francisco Javier Arce Rolón nació el 2 de abril de 1971, en la compañía Ñuatî'i de Paraguarí. Inició su carrera futbolística en el club 15 de Mayo de Paraguarí. Debutó a nivel profesional el 1 de abril de 1990, con el plantel principal de Cerro Porteño. Trascendió como lateral derecho y fue transferido al exterior: Gremio de Porto Alegre (Brasil), Palmeiras (Brasil), Gamba Osaka (Japón). Jugó su primer partido con la selección Albirroja el 30 de junio de 1995, en un amistoso con Argentina (empate 1 a 1). Se retiró de la competencia profesional a causa de una lesión de rodilla que sufrió en el 2004, integrando el equipo del club Libertad. Chiqui es papá de tres hijos: Marilia (15), Ambar (8) y Alexsandro (5).

MARCAS DEL "CAÑONERO"

Las estadísticas profesionales de Chiqui Arce revelan los siguientes datos:

• Jugó 9 ediciones de la Copa Libertadores de América. Llegó a 3 finales y 3 semifinales. Conquistó 2 títulos: con el Gremio, en 1994, y con Palmeiras, en 1999.

• Disputó 8 campeonatos brasileños, obtuvo 3 títulos, disputó 141 partidos y marcó 30 goles.

• Por la selección paraguaya jugó el Preolímpico y los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Vistió la albirroja en 3 torneos de la Copa América y 2 de la Copa del Mundo (jugó 7 partidos y marcó 1 gol).

• En 12 años de carrera, anotó 106 goles.

• En 7 ocasiones fue elegido el mejor lateral derecho de Sudamérica por el Diario "El País", de Montevideo, Uruguay.

• La revista deportiva Placar lo eligió en 1998, 2000 y 2001 como mejor lateral derecho del Campeonato Brasileño.

• Se lo apodó "cañonero" por sus potentes disparos de pelota parada.