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María Paz Vierci, decoradora, señala que colgar un grupo de cuadros en el muro no resulta muy sencillo, primero hay que presentarlos en el piso y cambiar de ubicación, de acuerdo a cómo quede mejor. Una vez definidos estos puntos, proceda a colgarlos minuciosamente.
Recurra a una temática en particular lo que transmite un toque distintivo a la ambientación. En este caso se utilizó paspartú blanco para realzar dibujos enmarcados en tono oscuro.
El Arq. Hilario Gómez menciona que los vidrios de color mate son una opción ideal para exhibir las obras de arte, pues no interfieren los reflejos de las luces que se encuentran en el lugar.
“Para pinturas importantes y de gran tamaño se selecciona un marco con un grosor considerable para dar mayor realce al arte. Sin embargo, incluso cuando se trata de una obra pequeña, pero destacada, se agregará un enmarcado con molduras en su diseño”, añade.
La Arq. María de la Paz Rivarola agrupó aquí las obras de arte y logró una bella composición. Subraya que -aunque no sea algo determinante- siempre es conveniente tener en cuenta el color de la pared, ya que si es clara se podrá optar por cuadros en tonos fuertes que aportarán mayor contraste, sin embargo, si el muro es oscuro será mejor elegir los de colores claros y neutros.
“Los cuadros de gran tamaño lucirán mejor si se ubican solos. Hay que considerar que a la hora de colgarlos hay que tener en cuenta el valor sentimental que ellos tienen para los habitantes. Se verificará también la altura, es decir, que se sitúen a nivel del observador de modo que no queden muy altos. Podrá imaginar una línea horizontal que actúe como centro y que los cuadros se alineen a partir de esa línea”.
El arquitecto Gómez resalta que el paspartú cumple una función importante, pues por ejemplo cuando sigue el mismo tono de la pintura amplía el tamaño de la obra.