Equipo de Investigación de la Campaña Itaipu ñane mba´e (*)
SoberaníaLab - Equipo de Investigación de la Campaña Itaipu ñane mba’e (*)
Una nueva deuda en Itaipú, a la par de seguir pagando la actual, es la propuesta planteada por Conrado Pappalardo a inicio de este año, anunciada después en medios de comunicación por el mismo presidente Mario Abdo, así como por su hermano, el ministro de Hacienda Benigno López, hace una semana, y secundada por economistas vinculados a los intereses del capital financiero en estos días.
La misma se presenta como una respuesta para atender la crisis desatada por el covid-19, lo cual es, sin embargo, una falacia.
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Al margen de la verdad
La necesidad de nuevos fondos planteada por el gobierno de Mario Abdo no responde a la verdad, tanto los fondos para la atención de la pandemia, actualmente, como para el desarrollo integral del Paraguay, en general, abundan en el país, pero no hay voluntad política para su encaminamiento.
Solamente con el cese del pago de la deuda corrupta de Itaipú nuestro país podría disponer de US$ 1.000 millones al año, a lo cual se podrían sumar los montos relativos a la deuda de Yacyretá y lo adeudado por Argentina en materia de territorio inundado, entre otros, tomando solo las deudas existentes en las hidroeléctricas.
A pesar de todo, endeudar de nuevo
Sin embargo, las autoridades actuales -cuyos intereses se encuentran vinculados al mantenimiento de estos hechos- insisten en hacer la vista gorda ante estos recursos disponibles y plantean hoy, a la par de continuar pagando la deuda corrupta y nunca completamente auditada de Itaipú, endeudar de nuevo a la ciudadanía paraguaya y brasileña, en beneficio de unos pocos.
Esta propuesta ha generado desde el inicio el rechazo de amplios sectores ciudadanos y colocó de nuevo el tema de la deuda de Itaipú en la agenda pública.
Plagada de irregularidades
La historia ha demostrado cómo la deuda de Itaipú estuvo plagada de irregularidades y corrupción, enriqueciendo a Eletrobras y a los bancos extranjeros acreedores de esta, en contra de las y los paraguayos y brasileños usuarios del servicio de electricidad, quienes cargan con el pago.
Lejos de responder a las necesidades del país, una nueva deuda profundizaría el rol político-económico de Itaipú que, junto con la apropiación privada de la energía por parte de las grandes empresas extranjeras, se alza como un importante subsidio al capital financiero a través de los préstamos y, principalmente, de la usura generada por medio de estos (refinanciación e intereses) (Puerto Sanz, 2002), manteniendo de esta forma el rentismo en el país, su dependencia de los capitales extranjeros y el atraso, frenando el desarrollo nacional.
Además de corrupta, ya fue saldada
A través del pago de la deuda de una energía que en gran parte no utilizó y cedió a las grandes empresas extranjeras asentadas en Brasil, el pueblo paraguayo y brasileño subsidian e inyectan una importante suma al capital financiero. Estos fondos, que hoy van al pago de la deuda, podrían destinarse al impulso de la producción en nuestro país.
La ausencia de una auditoría de la deuda hace que hasta la fecha persistan vacíos de datos oficiales en la materia. Sobre el tema aún queda mucho por clarificar para que se pueda comprender su magnitud.
Compartimos en el presente artículo algunos datos para aportar al debate:
La deuda de Itaipú es pagada, por un lado, a través del servicio de electricidad -numeral III.2 y III.3 del Anexo C- y, por el otro, a través de montos adicionales captados exclusivamente para el pago de los intereses, cargas y amortizaciones.
Hasta el 2012
De acuerdo con la Dirección Financiera de Itaipú (2013), “el total de pagos del servicio de la deuda, efectuados hasta el final de 2012 fue de US$ 57,9 mil millones. De este monto cerca de US$ 43,2 mil millones fueron efectuados con la generación de caja de la entidad. La diferencia fue cubierta por la prórroga del pago de la deuda”.
El Gral. Juan Antonio Pozzo (2019) presentó el cálculo del monto total de la deuda al 2023. A los US$ 57.900 millones cancelados al 2012 acorde con Itaipú (2013), se suman los US$ 20.962 millones que cancelarán en el periodo 2013-2023 según el cronograma oficial de pagos de la deuda, ascendiendo la misma y el costo del emprendimiento a US$ 78.862 millones.
¿Por qué US$ 78.862 millones?
Estos US$ 78.862 millones de deuda provienen de la prórroga de sus plazos -que aún debe ser clarificada con detalles-, y del pago del costo del servicio de electricidad por parte de las y los ciudadanos paraguayos y brasileños.
A partir de una revisión de las memorias y balances de la entidad correspondiente al período comprendido entre 1984 y el 2018, se concluye que el monto de la deuda, pagado a través del costo del servicio de electricidad a la fecha (numeral III.2 y III.3 del Anexo C) es de US$ 55.617,44 millones, representando el 64,8% del destino de los fondos generados a través del servicio de electricidad desde el inicio de la operación de la central el 5 de mayo de 1985.
Los intereses, el gran lucro
Señala el cronograma oficial de la deuda de Itaipú que el saldo deudor se encuentra en US$ 7.286,9 millones.
En el 2018 fueron pagadas a través del CUSE la suma de US$ 1.521,9 millones en concepto de deuda y US$ 521,4 millones de intereses (Itaipú, 2019).
Los intereses de la deuda son uno de los mecanismos de beneficio de los grandes bancos, representando actual y aproximadamente el 35% del total de esta.
En algunas ocasiones, el monto de los intereses de la deuda pagados cada año superó al monto de la amortización de la propia deuda.
El crecimiento de la deuda sobre la base de los intereses puede ser caracterizado como usura, y es uno de los principales beneficios del capital financiero, tanto de Eletrobras -principal acreedor de la deuda, 92% en la actualidad- como de los accionistas y acreedores de la misma.
No repetir la historia
La historia de la deuda de Itaipú está plagada de corrupción, arbitrariedad y falta de transparencia. Una nueva deuda, mientras seguimos pagando la actual, solo reproduciría esta historia que beneficia a unos pocos, frenando la posibilidad de recuperar nuestra soberanía y avanzar en el desarrollo nacional.
Al inicio de la generación de energía por Itaipú, se fijó el costo de producción, en función al cual debía establecerse la tarifa de la energía, acorde al Tratado.
Sin embargo, a pedido de las autoridades brasileñas, con el beneplácito de las autoridades paraguayas de turno y beneficiando a las empresas asentadas en Brasil, la tarifa se mantuvo por debajo del costo de producción hasta octubre de 1990, generando un saldo negativo de US$ 4.193,5 millones.
Esta deuda ilegal y espuria (CGR, 2012) fue rechazada por la Contraloría General de la República y el Congreso nacional; sin embargo, fue incorporada al pasivo de Itaipú y pagada por las y los paraguayos y brasileños.
La deuda, con todos estos elementos, ya hace tiempo debió ser cero.
La deuda espuria es un elemento central de la corrupción que envuelve a la entidad y marca la importancia de parar hoy el pago de esta deuda, disponer de los US$ 1.000 millones anuales para la inversión nacional y no volver a repetir la historia con una nueva deuda, que fácilmente reproducirá los antecedentes de usura y corrupción, en contra de la soberanía y el desarrollo nacional.
(*) Itaipu ñane mba’e – Campaña por la soberanía nacional. https://www.facebook.com/itaipunanembae/ - itaipunanembae@gmail.com
Referencias
Itaipú Binacional. Memorias 1984-2019. Canese, Ricardo. Corrupción en Itaipú: delito impune, Asunción: Biblioteca La Nación, 1996. Contraloría General de la República. Segundo Avance Auditoría de la deuda de la Itaipú Binacional, Asunción: CGR, 2012. Pozzo, Juan Antonio. Itaipú, crónica de un despojo, Asunción: ABC Color, 2014. Puerto Sanz, Luis Miguel. La internacionalización del capital y la integración económica en el sector energético: el caso de Itaipú, 1976-1991, Madrid: Universidad Complutense, 2002.
