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La refacción está a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). La pasarela es el único ingreso al barrio Sarita, que conecta a otros asentamientos encarnacenos como Itangua’i, Itangua Guasu, San Rafael y Santillán.
El puente tiene 10 metros de largo y los arreglos se llevan a cabo con madera de kurupa’y, traída desde San Lorenzo, de los depósitos del MOPC.
“La desgracia de un vecino que se cayó al arroyo con su hijo en una motocarga, precipitó la refacción del puente” contó Ana Trinidad, de la comisión barrial. La pasarela la construyeron vecinos hace más de 50 años.
En el 2003 el puente ya fue objeto de un arreglo y en aquella ocasión la inversión fue de G. 19 millones.
“De un tiempo a esta parte, cada vez que llueve con intensidad se desborda el arroyo y es imposible pasar”, indicó Juan Trinidad, también de la comisión.
Según relataron, este problema es más constante desde que subió la cota del río Paraná por la represa de la represa Yacyretá. Precisamente, la binacional no construye un nuevo puente debido a que el actual suele quedar bajo agua.