MINGA GUAZÚ (Mariana Ladaga, de nuestra redacción regional). Los pobladores de esta comunidad se destacan por su religiosidad y su profunda fe en su santa patrona, María Auxiliadora. Consideran que la protectora fue el soporte más importante para quienes crearon y sacaron adelante el municipio.
El padre Carlos Heyn cuenta en el libro de “La Devoción a María Auxiliadora” que dos años después de la creación de la colonia Puerto Presidente Stroessner, en 1957, el sacerdote Guido Coronel comenzó a trabajar con los inmigrantes en la formación de la Colonia Minga Guazú, en medio de la selva virgen del Alto Paraná.
“La figura del padre Guido Coronel en la colonia era demasiado importante para los inmigrantes, que necesitaban ese sostén en la fe en medio de un ambiente que era difícil, lejos de sus casas, descalzos, pasando por varias necesidades”, comentó el presidente de la comisión pro festejos patronales y antiguo poblador, Carlos Florentín.
El padre Coronel logró aglutinar en torno suyo a los primeros habitantes de la zona y organizar los trabajos comunitarios a los que llamó “minga” y de los que participaban alrededor de 800 hombres, según Heyn. Ellos fueron quienes construyeron los primeros edificios públicos y organizaron las primeras plazas y demás en el distrito que nacía.
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En principio, Guido Coronel construyó una humilde capilla en honor a María Auxiliadora, patrona de los salesianos. Luego, el 20 de agosto de 1966, monseñor Juan Wiesen creó la Parroquia María Auxiliadora de Minga Guazú, ubicada en el kilómetro 20 de la Ruta VII “Gaspar Rodríguez de Francia”.
Allí, el “pa’i Coronel” fue párroco durante 24 años, desde su fundación hasta que el sacerdote falleció, en 1989. Sus restos descansan actualmente a un costado de la puerta principal de la iglesia.
En 1979, María Auxiliadora, protectora de los mingueros, también fue declarada por el Gobierno Nacional “Patrona del Agro del Alto Paraná”. Muchos consideran su protección de suma relevancia y por esta razón, los devotos y toda la población le rinden un merecido homenaje cada 24 de mayo.
Las celebraciones comienzan días antes, con el rezo del novenario. Este año, el sábado hubo en su honor un “casamiento guazú”. Veinticuatro parejas contrajeron matrimonio en una emotiva ceremonia.