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En el local están asignados apenas tres efectivos policiales. Cuentan con una motocicleta para realizar las coberturas por la zona; sin embargo, no hay combustible para los recorridos, de acuerdo a denuncias. Según uno de los constructores que estaban trabajando en el sitio, quien prefirió no dar su nombre, gracias a la ayuda de la gente se pudo levantar las paredes de material cocido.
Uno de los efectivos policiales que se encontraba en el lugar, quien también dijo no estar autorizado para hablar ante la prensa, señaló que los ganaderos, comerciantes y algunos lugareños de menores recursos económicos colaboraron para realizar las mejoras necesarias.
En total, fueron tres las piezas reacondicionadas: un saloncito en el cual va a funcionar la oficina de guardia, la cocina y el comedor. No pudimos conocer exactamente la inversión, porque no había una persona encargada de informar.
La citada sede policial estaba en estado de completo abandono. La estructura de madera estaba muy deteriorada y habría peligro de derrumbe, según los lugareños.
Varios de los postes y el maderamen ya estaban carcomidos por las termitas.
La sede policial está ubicada en una zona con muy poca población, pero es considerada estratégica porque está dentro de la ruta del tráfico de marihuana y ganado que ingresan al Paraguay desde el lado brasileño sin control alguno.