Manejar ebrio y sus consecuencias penales

Conducir bajo los efectos del consumo de bebidas alcohólicas puede ir desde una multa hasta llegar a afrontar un proceso penal que si bien casi nunca termina en condena de cárcel, trae otros castigos.

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Todo conductor sabe, o al menos debe saber que no hay tolerancia para el consumo de bebidas alcohólicas cuando se está al volante. ¿Quién no escuchó alguna vez decir a algún amigo?; “una copita de sidra nomás tomé...”. Para esas personas va esta información: un trago ya es suficiente para dar positivo en cualquier barrera donde se hagan pruebas de alcoholemia.

Hasta cierta cantidad de alcohol en la sangre, el chofer que sea sorprendido manejando pagará una fuerte multa, por tratarse de una falta; pero a partir de un grado elevado el caso ya es remitido al Ministerio Público, porque esa conducta ya constituye un delito y será sometido a un proceso judicial, en el que puede ir preso.

El fiscal de la Unidad Especializada de Seguridad y Convivencia de las Personas, Emilio Fúster, ya logró conseguir la condena de cuatro conductores que fueron sorprendidos manejando ebrios en estos últimos meses. 

“Mediante un procedimiento abreviado y suspensión condicional del proceso conseguimos varias condenas para conductores, quienes a parte de pagar una multa y reparar el daño, también quedan inahilitados, para manejar hasta que se cumpla el tiempo al que fue sentenciado”, explicó el fiscal Fúster.

Se informa a la Opaci sobre la condena que tiene tal persona, para que se informe a los responsables de hacer las barreras. “Parece algo imposible de cumplir, pero si uno sabe que tiene una prohibición de manejar por una condena, no creo que lo haga”, apuntó el agente.

También el fiscal Fúster reforzó su teoría de que gracias a estas condenas y prohibiciones el índice de reincidencia bajó ostensiblemente. Solo 10 a 12 casos por año se tienen de reincidentes, cuando antes el número era muy mayor, según el agente del Ministerio Público.

En el caso de un conductor que ya está condenado y con prohibición de manejar, y reincide según el fiscal “Si una persona está bajo proceso o con una condena y vuelve a ser sorprendido manejando ebrio, se dan dos cosas, la primera se abre un nuevo caso y el proceso anterior va a juicio oral y público y ahí ya no tendrá oportunidad de cambiar su condena por multas y puede ser enviado a prisión hasta tres años”.

También el fiscal Fúster explicó que una persona que maneja bajo los efectos de las bebidas alcohólicas, puede afrontar un proceso por ese hecho y se le pueden ir agregando otros delitos más.

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