Augusto Barreto celebra la vida a través de una canción

“Con la canción yo intento desmitificar un poco el dolor que deja un ser querido que muere”, explicó Augusto, quien también afirmó que el sentimiento de dolor “es para los que quedan” y que si bien él no es creyente de ninguna religión, sí está “inmensamente agradecido” por la vida que le tocó vivir. “Me gustaría dejar alegría y no tristeza el día que me toque el viaje definitivo”, dijo.

Un acontecimiento inesperado

Augusto celebró con alegría el impacto de la canción que, al decir de él, no estaba planeado que ocurra, porque con la grabación “empezaba y terminaba” el proyecto. Él compartió el tema con sus amigos a través de WhatsApp, y entre ellos estaba Mario Siperman, productor musical e integrante de Los Fabulosos Cadillacs, quien hizo el masterizado. Además, fue él quien lo animó a publicar el tema en plataformas.

Fue a comienzos de febrero que empezaron las conversaciones con una productora musical sugerida por Siperman. “Tras una o dos semanas de silencio, cuando parecía que el proyecto se había diluido, recibí una llamada telefónica de Buenos Aires con la noticia que me volvió a entusiasmar”. “Vamos a salir con todo. Sería genial que estuvieras en Buenos Aires para el lanzamiento”, me dijeron. Pero coincidió que en esos días el viaje a la Argentina estaba totalmente vedado para los extranjeros debido a la pandemia”, relató Barreto.

El proyecto siguió su curso y la canción estuvo disponible en plataformas. “En teoría ahí se cerraba el ciclo. O por lo menos no me pasaba por la cabeza que pudiera surgir algo más”, reconoció el periodista, pero a los pocos días le informaron desde Buenos Aires que la canción tuvo gran repercusión en varios países de América. “Y la sorpresa mayor: México, Estados Unidos, Perú y Colombia se convirtieron en los principales mercados de oyentes”, indicó.

Asimismo, destacó que “los principales responsables del material son: Sergio Cuquejo, un genio, en los arreglos musicales y la dirección artística. Joel Sandino, Marina Paz (desde Mallorca) y Fernando Blanco (desde Miami) en los coros; y Mario Siperman, por supuesto”, remarcó.

“La verdad que estoy sorprendido. Ver que otras personas de distintos países se sientan identificadas con algo que yo produje sin mayores pretensiones, claro que me pone inmensamente feliz. Me siento como un niño en Día de Reyes”, cerró.