La resiliencia de una "Alis" adolescente viaja de Colombia a la Berlinale

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Elena Garuz Berlín, 15 feb (EFE).- Los colombianos Clare Weiskopf y Nicolás van Hemelryck estrenan hoy en la Berlinale "Alis", un documental en el que desde la admiración dan voz a diez adolescentes que viven en un hogar de menores y que a través de una amiga imaginaria proyectan sus traumas del pasado y sus deseos de futuro.

Según explica Van Hemelryck en entrevista con Efe, "es un documental donde la verdad no importa", aunque normalmente se nos educa con la idea de que el documental "son hechos, es la realidad".

"Nunca vamos a saber qué es verdad y que no, pero de la misma manera Alis existe, Alis sí es real por más que no exista", agrega.

En este sentido, este filme es también "una reflexión sobre el mismo cine documental".

En la película el espectador conoce a diez adolescentes de un centro de Bogotá que toman asiento, una tras otra, y a las que los realizadores piden cerrar los ojos, imaginar a Alis y dar vida a su historia.

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Dibujan una amiga imaginaria que es la suma de sus experiencias, sus traumas del pasado y sus luchas, pero también de sus anhelos, sus expectativas y sus deseos de futuro.

En 2016, Weiskopf y Van Hemelryck reciben la invitación de impartir un taller de cine documental en este centro a través del programa Cinemateca Rodante, una estrategia de la Cinemateca Distrital del Instituto Distrital de las Artes.

Cuando se imaginaron a estas chicas, antes de haber visitado el centro, sintieron lástima, recuerda el realizador, pero cuando las conocieron, fue un "gran choque", porque lo que encontraron fue "fuerza, valor, resiliencia, humor, inocencia".

Fue un gran reto para ellos conseguir despertar su interés y lograr conectar con las chicas, pero cuando ocurrió, fue "maravilloso" y se dieron cuanta que "ahí había algo muy potente".

"Esa lástima inicial que sentimos era un prejuicio, porque ellas lo que nos despertaron fue admiración", y era eso lo que querían reflejar en su película, explica Van Hemelryck.

Sobre todo no querían vulnerar sus derechos, no exponerlas, esa era la prioridad, indica Weiskopf.

En un ejercicio que hicieron en uno de esos talleres de documental consistente en inventarse una historia, las chicas siempre salían con cuentos muy increíbles, como que habían nacido en París, pero muy rápidamente volvían a su entorno, a lo que conocen, y ahí los directores se dieron cuenta que esa podía ser una buena forma de explorar.

"Alis es un poco una excusa para que ellas puedan imaginar sobre todo y crear lo que ellas quieran crear y contar lo que ellas quieran contar", dice la realizadora.

Se dieron cuenta, agrega, que "esa era la forma de llegar a conocerlas de una forma más profunda".

Según el director, quedarse en sus biografías habría sido "muy injusto", porque no les habrían dado la oportunidad "de ser realmente ellas", dice.

"Nos dimos cuenta de que la biografía es algo que nos limita muchísimo y no habla realmente de quién somos. Sólo yo puedo imaginar lo que yo imagino, y eso fue una manera de empoderarlas a ellas y hacerlas partícipes de la historia de una manera activa", añade.

A principios de febrero las chicas pudieron ver el resultado final del documental y se emocionaron mucho, cuenta Weiskopf.

Para los realizadores era importante que ellas vieran el documental antes de que empiece a rodar por festivales.

Van Hemelryck reconoce que estaban muy nerviosos y con miedo de que las chicas, de alguna manera, se pudieran haber sentido agredidas, expuestas o vulneradas con esta película, lo que habría sido "terrible" y "muy difícil de manejar" para ellos.

"En la 'première' sabemos ya qué película hicimos, estamos tranquilos con ella. Y habrá gente a la que le guste y a la que no, pero que a las chicas les haya gustado y tener el apoyo de la institución es fundamental para nosotros", afirmó.

La película, una coproducción entre Colombia y Chile, celebra su estreno en la Berlinale en la sección Generation, dedicada al cine infantil y juvenil.

Para su director, es maravilloso que una película tan pequeña, sencilla e íntima logre esta visibilidad gracias al festival y espera que también traiga "cosas muy buenas para las chicas".

En Colombia la cinta se estrenará en octubre y las expectativas son grandes.

Todavía queda tiempo para "soñar y armas grandes cosas", como que las chicas que salen cantando en el filme puedan trabajar su canciones en unos talleres de composición y producción musical y puedan hacer un concierto con público el día del estreno.

La película va acompañada además de una ambiciosa campaña de impacto, explica Weiskopf, que subraya que el problema para estas chicas realmente es cuando salen de la institución, porque "volver a la vida real es muy fuerte" y no hay una transición ni un seguimiento.