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MADRID (AFP). Han pasado dos años desde la publicación de “Bajo el sol de medianoche”, el álbum con el que estos dos veteranos del cómic revivieron al aventurero y capitán de marina mercante creado por el dibujante italiano Hugo Pratt en 1967, y ahora conocido en el mundo entero.
La entrega puso fin a un hiato de dos décadas, causado por la muerte de Pratt en 1995, y el éxito editorial ha sido tal que la vida de Corto se anuncia larga, ya que, además del número previsto en septiembre (’Equatoria’), los editores prometen más entregas en lo sucesivo.
La nueva aventura de Corto, un apuesto marino conocido por su gorra, sus patillas y sus avispados ojos, transcurre en el año 1911 y en su mayor parte en África central, previo paso por los puertos de Venecia, Alejandría o Zanzíbar.
El guionista Juan Díaz Canales, conocido por la serie negra Blacksad, comentó a la AFP que tuvo que hacer un trabajo de investigación “complicado, porque a nivel geográfico las fronteras han cambiado muchísimo” desde entonces. El álbum respeta muchos de los cánones sentados por el italiano Pratt, como las páginas a cuatro tiras, las gaviotas o la pose del personaje, curtido a lo largo de sus peripecias por mares, selvas y parajes helados.
Pero también tiene sus novedades. “El tratamiento gráfico de las mujeres, numerosas en ’Equatoria’, es muy propio de Rubén Pellejero”, creador junto con el argentino Jorge Zentner del antihéroe Dieter Lumpen, influido por Corto.
“Y la forma de escribir los diálogos se aproxima más a lo que hago en Blacksad”, explica Díaz Canales. “Hemos querido juntar la fidelidad a una cierta estética y a nuestra propia evolución”, abunda Pellejero, quien dice sentirse “entre dos aguas”, es decir, entre el respeto a la figura creada por Hugo Pratt y su propia iniciativa en tanto autor.
En un plano más técnico, Pellejero reconoce que “el rostro y la propia actitud (del personaje) es muy complicada de dibujar. Y si te apartas de esto excesivamente, queda un señor con gorra y patillas que no es Corto Maltés”. A la plasticidad del personaje ayuda no obstante el ser un clásico “adaptable a cualquier época”, reconocible por valores como la libertad y la solidaridad para con sus pares, además de un aspecto seductor y una ironía característica, apunta Díaz Canales.
Al elegir el año 1911, los dos autores siguen explorando una época que Hugo Pratt obvió en sus doce obras, el periodo comprendido entre el final de la guerra ruso-japonesa en 1905 y el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914.
El álbum “Bajo el sol de medianoche”, ambientado en 1915, ya se adentró en esa época con una aventura en el Gran Norte estadounidense y canadiense. Allí, Corto Maltés, hijo de una gitana andaluza y un marinero de la Royal Navy, se cruza entre otros con el escritor Jack London.
Esta semana se cumplieron 50 años de la publicación de “La balada del mar salado” en la revista italiana Sargent Kirk. Tanto la sociedad suiza Cong, propietaria de los derechos de autor, como la editorial de Corto Maltés en España, Norma, se muestran optimistas con esta 14ª aventura, tras el éxito cosechado por “Bajo el sol de medianoche”, de la que se lanzaron un total de 220.000 ejemplares. Y es que según Luis Martínez, editor de Norma, “la nueva etapa de Corto Maltés ha comenzado fuerte”.
“'Bajo el sol de medianoche’ le ha gustado mucho al fan de siempre de Corto Maltés, y también gracias a él hemos tenido nuevos lectores”, afirma.
’Equatoria’, actualmente prepublicada por entregas en el semanario francés Le Figaro Magazine, saldrá en las librerías francesas el 27 de septiembre, y dos días más tarde en las españolas, en color y en blanco y negro.
El mismo mes se publicará en Italia, y el tiraje total entre los tres países será de 200.000 ejemplares. Según Cong, en los últimos años las historias de Corto Maltés han estado vendiéndose a razón de 100.000 copias en todo el mundo, aunque en 2015, con la “resurrección” del personaje, se triplicaron.