El agua y los mitos en la música

La Orquesta Sinfónica del Congreso Nacional (OSIC), bajo la dirección de Diego Sánchez Haase, presentará hoy su sexto concierto “El agua y los mitos en la música” en el Teatro Municipal “Ignacio A. Pane”, a las 20:00. El acceso será libre y gratuito, por orden de llegada, hasta llenar el aforo permitido de 300 personas.

Diego Sánchez Haase dirigiendo un ensayo con José Cabrera y la OSIC.
Diego Sánchez Haase dirigiendo un ensayo con José Cabrera y la OSIC.

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El repertorio contempla la interpretación de piezas inspiradas en el folclore guaraní y en las deidades del agua, como “Música Acuática” TWV 55, de Georg Philipp Telemann y el Concierto para clarinete y orquesta de cuerdas, de Diego Sánchez Haase.

Estrenada en Chile, por la clarinetista chilena Kathya Galleguillos (a quien fue dedicada la obra) y la Orquesta Marga-marga, esta obra de Sánchez Haase está inspirada en personajes del folclore guaraní.

Esta vez, la obra será interpretada por el paraguayo José Cabrera, quien se encuentra en la recta final de sus estudios de maestría en interpretación artística de clarinete por la Escuela Superior de Música y Artes del Espectáculo, de Oporto, Portugal, siendo el tema central de su tesis esta misma composición, que está conformada por cuatro movimientos: Mbói Tu’î, Jaru (Scherzo), Paje y Sarambí.

Mbói Tu’î es el primer movimiento del concierto y se refiere al segundo hijo de Tau y Kerana. Su nombre se traduce literalmente como “serpiente- loro”, lo que describe la morfología de esta criatura, que tiene dos patas hacia la cintura, cuerpo enorme de serpiente y una gran cabeza de loro.

El segundo movimiento es Jaru, y hace referencia a las travesuras de otro ser mitológico muy popular de los paraguayos: el Pombero, un hombre bajo, de piel morena, manos y pies peludos. Para ganarse su amistad, se debe dejar sobre el tatakua (horno de barro) tabaco, caña y miel.

El tercer movimiento es Paje, que en guaraní significa hechizo. En esta música es el encanto del Jasy Jatere, otro de los siete hijos de Tau y Kerana. Este pequeño duende de rubios y ondulados cabellos y ojos azules deambula por las plantaciones del campo en horas de la siesta. La música describe su aparición en una calurosa siesta paraguaya. El duende atrae a sus víctimas, los hechiza con su varita mágica, y luego los deja libres. Los niños vuelven atontados a sus casas, y cuando sus madres se dan cuenta de que fueron hechizados por Jasy Jatere, se inicia el cuarto movimiento, un enorme Sarambi (desorden) con el que se pone fin al hechizo.

Por otro lado, la pieza de Telemann fue compuesta en 1723 para celebrar el centenario del Almirantazgo de Hamburgo. El compositor ilustra la obra con deidades mitológicas del agua.

La obertura comienza representando el movimiento del océano, seguido de varios movimientos de danza: primero, la diosa del mar dormida Thetis, la madre de Aquiles, que luego se despierta; el dios del mar Neptuno enamorado; ninfas de agua juguetonas conocidas como náyades; el hijo de Neptuno y mensajero marítimo Triton bromeando; Eolo, gobernante de los vientos; y Zephir, dios del viento del oeste. Siguen dos piezas finales, una que representa las mareas de Hamburgo y, finalmente, a su feliz marinero.

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