Los manifestantes hicieron una ruidosa movilización frente a sus viviendas para exigir la asistencia, debido a la paralización de actividades económicas a raíz de la cuarentena obligatoria dispuesta por el Gobierno central para mitigar la propagación del COVID-19.
La semana pasada, habitantes de los barrios San Antonio y San Rafael también salieron a movilizarse con “cacerolazos” ante la falta de ayuda, con lo que consiguieron que la municipalidad local distribuya en la zona 495 kits de alimentos.
La Comuna esteña, administrada por Miguel Prieto Vallejos (MCDE), adquirió 25.000 cestas básicas para personas en estado de vulnerabilidad, pero en dos semanas aún no fue repartida ni la mitad, dada la escasez de productos para completar los víveres.