Bajo el lema “Campaña por una vida libre de violencias y con igualdad de derechos en Paraguay”, recorrieron varias calles del microcentro con banderas y carteles que visibilizaban los derechos de mujeres y niñas.
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La marcha tuvo como punto de partida la avenida Pioneros del Este, desde donde salieron a recorrer las avenidas San Blas y Monseñor Rodríguez, para llevar mensajes de concienciación a las trabajadoras.
Durante la movilización, las participantes portaron un pasacalles con la inscripción de la Ley 5777/16 de la Protección Integral a la Mujer contra toda forma de violencia, cuya implementación consideran limitada y exigen un compromiso real del Estado para su fortalecimiento.
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Alto Paraná sigue registrando altos niveles de violencia familiar y figura como el segundo departamento con las cifras más altas de feminicidios.
Asimismo, durante el acto central, las activistas leyeron un comunicado donde hicieron énfasis en la necesidad de erradicar todas las formas de violencia disfrazadas de amor para construir relaciones más equitativas y respetuosas.
Las denuncias y exigencias de las manifestantes:
- El acoso sexual en las calles, el trabajo, la escuela, incluso por parte de quienes deberían ser garantes de nuestros derechos.
- La falta de acompañamiento de docentes y directivos en los casos de denuncias de situaciones de violencia en escuelas y colegios. Nos culpan del acoso sexual en lugar de asumir la responsabilidad de educar a las nuevas generaciones.
- En nuestros lugares de trabajo, las niñas y adolescentes trabajadoras debemos soportar las miradas malintencionadas, los “supuestos piropos” y, cuando reclamamos o nos quejamos, amenazas de perder nuestro empleo, además de frases como: “Tenés que agradecer que tenés trabajo”.
- Alto Paraná sigue siendo el segundo departamento con las cifras más altas de feminicidios y violencia hacia mujeres y niñas en el país.
- La lucha de las mujeres trabajadoras no debe tener barreras geográficas, de lenguaje, de leyes ni de cuerpos, y más aún cuando enfrentamos las mismas violencias. Nuestra lucha debe ser colectiva y lo repetiremos con claridad: las trabajadoras sexuales también somos parte de este mundo y no daremos un paso atrás en la defensa de nuestros derechos.
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Exigen
- A la Mesa PREVIM: fortalecer las acciones de prevención, protección y respuesta frente a las violencias de género, con un enfoque real y efectivo que no se quede en discursos vacíos.
- A la prensa: comunicar con responsabilidad, sin revictimización ni sensacionalismo sobre la problemática de la violencia hacia las mujeres y niñas, e invitar a la ciudadanía a sumarse a la construcción de una sociedad libre de violencias.
- Transportes públicos dignos, que no deshumanicen a los/las trabajadores que los usamos. Que contemplen a las mujeres, niños y niñas en su derecho a una circulación con seguridad y dignidad.
- Políticas públicas que garanticen derechos a las trabajadoras fronterizas, quienes estamos expuestas a la arbitrariedad de los patrones que, bajo la lógica mercantilista y de consumo, nos exponen como objetos de vitrina, siempre bajo amenazas de despidos