Tras las intervenciones de varios de los congresistas que componen el hemiciclo peruano, la presidenta del Parlamento, María del Carmen Alva, suspendió entrada la noche la sesión, que comenzó a las 9.45 hora local (14.00 GMT), y anunció que se retomará el viernes, cuando se procederá a votar el pedido de confianza del gabinete.
Para obtener la aprobación, Bellido deberá contar con el voto de la mitad más uno de los 130 legisladores de la Cámara.
Bellido se presentó este jueves ante el Parlamento para cumplir con la ley peruana, que obliga al primer ministro a explicar las líneas generales de su gestión, que asumió hace cuatro semanas, luego de que el izquierdista Pedro Castillo asumiera el cargo de presidente el pasado 28 de julio.
Aunque el escenario es aún incierto ante los serios cuestionamientos y pedidos de renuncia que la oposición había planteado para el propio Bellido y otros integrantes de su gabinete, las expectativas son ahora un poco más optimistas, tras las exposiciones de dos grupos parlamentarios ubicados más al centro del espectro político, que parecen inclinarse por el voto de confianza.
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Se trata de los partidos de Acción Popular y Alianza para el Progreso, cuyo posicionamiento será determinante, pues por ahora el gabinete solo tiene asegurados los votos de la bancada oficialista de Perú Libre (37), la izquierdista Juntos por el Perú (5) y algunos de Somos Perú-Partido Morado.
DESCONFIANZA DE LA OPOSICIÓN
Por lo pronto, los tres grupos conservadores de Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular ya adelantaron que votarán en contra de Bellido.
En su intervención, Hernando Guerra García, vocero del fujimorista Fuerza Popular, el partido de la oposición con más fuerza en el Parlamento, tachó de "populista" el discurso del primer ministro y mencionó que, a los ojos de su grupo, el gabinete "no tiene visión y solo produce desconfianza".
Por su parte, el portavoz de la conservadora bancada de Avanza País, José Williams, aseguró que el "mayor problema" del Gobierno de Castillo es "el asunto de la ideología" y lo acusó de pretender "colocar" las ideas del comunismo "dentro de las estructuras del Estado".
A su vez, Jorge Montoya, vocero del ultraderechista Renovación Popular, insistió en la petición de cambiar varios ministros, razón por la cual no otorgarán el voto de confianza.
UNIDAD Y CAMBIOS
En su exposición previa ante el pleno del Legislativo, Bellido invocó a la unidad para "solucionar una de las más grandes crisis políticas, sociales, ambientales y sanitarias de las últimas décadas".
Además, sostuvo que la "misión histórica" del Gobierno de Castillo es "hacer cambios estructurales de manera ordenada, democrática y en paz" para atender a los sectores más vulnerables del país.
"Es momento de empezar a cerrar esta brecha en acceso a derechos que nos avergüenza como peruanos", afirmó Bellido.
Bellido inició su discurso en quechua y aymara, lenguas nativas de los pueblos andinos y oficiales, según la Constitución, pero eso generó incomodidad a varios legisladores y a la presidenta del Congreso, quien instó varias veces al premier a traducir sus palabras.
Detalló también, como principales ejes de su gestión, medidas para contener el avance de la pandemia del coronavirus, reactivar la economía y luchar contra la corrupción.
Sobre la pandemia, Bellido precisó que el Gobierno ha destinado un presupuesto de 682 millones de dólares y augura vacunar a todos los adultos mayores de 18 años hasta fin de 2021.
Para la reactivación económica prometió impulsar el sector rural, con una segunda reforma agraria, y promover la inversión pública y privada con criterio de rentabilidad social y enfoque territorial.
El primer ministro también expresó que el Gobierno "tiene un firme compromiso con la lucha frontal contra el terrorismo y el narcotráfico" y que, en esa lucha, "las Fuerzas Armadas tienen nuestro pleno respaldo".
El jefe ministerial, sin embargo, esquivó durante las casi tres horas que duró su discurso mencionar los cuestionamientos y pedidos de renuncia que había planteado la oposición para el propio Bellido y otros integrantes de su gabinete ministerial por presuntos vínculos con actos de corrupción y terrorismo.
