Los resultados de este proceso electoral, que comenzó el pasado 10 de febrero, se darán a conocer el próximo jueves, junto a los resultados de otros comicios regionales celebrados durante las últimas semanas en los estados norteños de Punjab y Uttarakhand, el nororiental Manipur y Goa (suroeste).
Un total de 183 millones de votantes han sido llamados a las urnas en los comicios en estas cinco regiones, para escoger un total de 690 escaños regionales que dibujarán el escenario para el futuro del país y del Gobierno del partido nacionalista hindú BJP de Modi.
El actual jefe de Gobierno de Uttar Pradesh, el polémico monje hindú Yogi Adiyanath, busca revalidar la demoledora victoria del BJP en 2017, cuando se hizo con 312 de los 403 escaños regionales.
Akilesh Yadav, el exjefe de Gobierno de la región y líder de la formación Partido Samajwadi (SP), es visto por muchos como la principal amenaza a la hegemonía del partido nacionalista hindú de Modi.
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El estado, con una población equivalente a la de Brasil, envía a 80 parlamentarios a la Cámara Baja o Lok Sabha, más que ninguna otra región, y 31 a la Cámara Alta o Rajya Sabha.
El analista político Sreejith Panikar no pronostica sin embargo grandes cambios para estos comicios.
"No creo que (los partidos rivales al BJP) vayan a hacer un gran cambio porque el principal problema aquí es que el BJP está unido", y "no hay unidad entre la oposición" para frenar a la formación azafrán, apuntó a Efe Panikar.
El BJP tiene bajo su manga las reformas y los grandes avances que ha logrado en los últimos cinco años, pero en su contra tiene la gestión de la covid, agregó el analista, sobre todo durante la segunda ola de mediados del pasado mayo, marcada por una severa crisis de oxígeno en los hospitales.
A esto se le podrían sumar otros problemas que marcaron el destino de estos comicios, como las altas cifras de desempleo que presenta la región, o las masivas manifestaciones de agricultores contra tres leyes que buscaban liberalizar el sector y que el Gobierno retiró al cabo de un año.
Pese a que la diversidad cultural que presenta esta región, el analista cree que “todo se reduce a la fe del BJP o los ideales del BJP, que podrían derivarse en la agenda hindutva”, una doctrina extremista que el partido ha tratado de implementar en la región y coloca al hinduismo en el centro del concepto de la India mientras las minorías se encuentran supeditadas a ellos.
