“Hemos pedido a China que garantice la transparencia en el proceso jurídico en su país a través de varias vías y seguiremos haciéndolo”, dijo Hayashi durante una sesión parlamentaria hoy tras el regreso de su visita a China, en referencia al proceso que atraviesa uno de sus ciudadanos acusado de espía por el gobierno chino.
El ministro de Exteriores enfatizó que "la protección de los japoneses en el extranjero es una de las responsabilidades más importantes del Gobierno" y se comprometió a "seguir reforzando" esta protección.
En este sentido, el primer ministro nipón, Fumio Kishida, también pidió durante la misma sesión parlamentaria que el japonés detenido sea devuelto “lo antes posible” y se comprometió a seguir ayudando a su familia.
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La reacción del Ejecutivo japonés se produce después de la visita de dos días realizada por Hayashi a Pekín, la primera de un canciller nipón a China desde diciembre de 2019, que se vio marcada por el arresto el mes pasado de un ejecutivo de la farmacéutica japonesa Astellas Pharma al que Pekín acusa de espionaje.
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Hayashi se reunió con su homólogo chino, Qin Gang, y este último le expresó que existen "tanto oportunidades como desafíos en las relaciones entre China y Japón".
Qin también destacó que la coexistencia pacífica y la cooperación amistosa son la "única elección correcta" para las relaciones entre ambas naciones, con conflictos territoriales e históricos aún por resolver.
El ministro chino afirmó que espera que Japón "establezca una comprensión correcta" de China y consiga "eliminar obstáculos y reducir las cargas para las relaciones bilaterales".
Japón valoró positivamente esta visita como un primer paso para “una relación constructiva y estable y la cooperación y resolución de problemas comunes entre ambos países”, aunque pidió a China que actúe “de forma responsable”, según dijo hoy el portavoz gubernamental japonés, Hirokazu Matsuno, en una rueda de prensa.