Las empresas propusieron pagar 127.000 millones de reales (25.000 millones de dólares) en indemnizaciones, pero el Gobierno brasileño y el del estado de Espírito Santo consideraron que esta oferta "contiene condiciones inadmisibles" y "no representa un avance" en las negociaciones.
La Abogacía General de la Unión (AGU), órgano que representa al Estado en la mesa de negociación del Tribunal Regional Federal de la Sexta Región, alegó que las mineras han propuesto un aumento en el monto de la indemnización, pero a la vez han planteado una "reducción drástica" en las obligaciones a las que se habían comprometido previamente.
Entre otros puntos, las mineras quieren prácticamente anular su obligación de retirar desechos de la cuenca del río Doce y ceder al Estado la obligación de recuperar las nacientes de ríos degradadas por el deslave de residuos tóxicos, según un comunicado de la Abogacía.
Otra de las exigencias de las empresas es que los municipios renuncien a presentar acciones judiciales para poder beneficiarse de las indemnizaciones.
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El objetivo de la negociación es liquidar definitivamente las acciones judiciales en curso relacionadas con la ruptura de la represa de la minera Samarco, sociedad compartida por Vale y BHP, en Mariana, municipio del estado de Minas Gerais (y que también afectó a municipios del estado de Espírito Santo), en el sureste de Brasil, ocurrida el 5 de noviembre de 2015.
El desastre causó la muerte de 19 personas y un daño socioambiental enorme, pues millones de metros cúbicos de residuos mineros tóxicos contaminaron ríos y provocó inundaciones en decenas de localidades de la región.
Vale, uno de los mayores productores y exportadores de hierro del mundo, también fue protagonista de otra grave tragedia en Brasil tres años después y que también tuvo lugar en el estado de Minas Gerais.
En concreto, esta última ocurrió en Brumadinho, donde el 25 de enero de 2019, se vino abajo un dique en la mina Córrego do Feijão, en el Complejo Paraopeba de Vale, dejando 270 muertos e igualmente un daño socioambiental gigantesco.
Más de cinco años después, los bomberos aún buscan a los últimos desaparecidos.
