Según un comunicado del FSB, citado por la agencia Interfax, los servicios de inteligencia ucranianos contactaron con un militar ruso que servía en el buque de guerra e intentaron convencerlo de que atacara el barco.
La comunicación se efectuó a través de las aplicaciones de mensajería de Telegram y Whatsapp, señala la nota.
A la vez, se indica que fue el propio militar quien denunció la situación ante sus superiores.
El FSB abrió una causa penal para investigar las circunstancias del suceso y advirtió de que "todos los organizadores y cómplices" del intento de reclutamiento del marine ruso han sido declarados en busca y captura.
Los responsables del delito pueden afrontar la cadena perpetua.