"Hemos formado un grupo de trabajo aquí, junto con nuestros socios rusos, para determinar los hechos", dijo Vucic anoche en declaraciones a la televisión pública serbia RTS.
El presidente serbio aseguró que dará la orden para que se impida la realización de contratos sobre la exportación de municiones si existen sospechas de abusos respecto al "usuario final" y los envíos terminan en Ucrania.
Vucic se refirió así a recientes afirmaciones del Servicio de Inteligencia Exterior (SVR) de Rusia, que acusó ayer a Serbia de seguir suministrando municiones a Ucrania "pese a su neutralidad declarada oficialmente".
Según la inteligencia rusa, al menos siete empresas de defensa serbias han enviado cientos de miles de proyectiles y millones de municiones para armas pequeñas a Ucrania utilizando certificados de usuario final "falsos".
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El SVR calificó ese comportamiento de su supuesto socio eslavo como "apuñalar a Rusia por la espalda".
"Estos envíos difícilmente pueden justificarse por 'razones humanitarias'. Su único propósito evidente es matar y mutilar a militares y civiles rusos", acusó el SVR.
El líder serbio había asegurado en el pasado que su país no exporta municiones a Ucrania o a otros países que manden ese material al país invadido por Rusia, aunque reconoció que no puede garantizar que ciertos países no vayan a transferirlas secretamente a Kiev.
Vucic dijo anoche que trató este asunto durante su visita a Moscú en la segunda semana de mayo cuando se reunió con el presidente ruso, Vladímir Putin.
Por otra parte, el mandatario recordó que las fábricas serbias de armamento "deben vivir y funcionar".
"Si no podemos exportar a Estados Unidos, ni a los países de la UE, ni a Turquía ni a los países árabes y tampoco a África, ¿a dónde podemos exportar armas? Además, hemos dejado de exportar armas, solo se trata de municiones", concluyó.
