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TEGUCIGALPA. Numerosas fotos y videos circulan en internet desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que a los inmigrantes ilegales, que solicitan asilo ya no se les permitiría esperar el resultado de su petición, en libre tránsito por territorio estadounidense.
Éstos deben ser retenidos en centros destinados a ello, hasta que se resuelva sus casos.
Pero cuando van acompañados de menores, o cuando menores ingresan sin un adulto que lo tenga bajo su cargo, esos menores eran puestos en guarderías, generalmente a cargo de organizaciones religiosas o de fundaciones.
Y es esta separación de sus padres lo que ha causado la indignación mundial.
Ante esto, el presidente Trump firmó un decreto estableciendo que los menores debían permanecer con los adultos que los tuviesen a su cargo, al cruzar la frontera.
Pero, este verdadero drama, ha sido utilizado por una infinidad de publicaciones tendenciosas, o en el menor de los casos, sin rigor periodístico, para reproducir noticias e imágenes falsas sobre la situación, sin contar las redes sociales donde, como es costumbre, circula cualquier cosa.
Casos ejemplares
Por lo menos tres fotos ampliamente compartidas en las redes sociales en los últimos días muestran escenas que no pertenecen a la situación vivida con los menores inmigrantes en Estados Unidos.
La primera muestra a la niña hondureña, Yanela Varela, llorando desconsolada. La imagen que captura la angustia de la pequeña circuló por todas las redes sociales como supuesto ejemplo del dolor que causa la separación de las familias.
Incluso la revista Time Magazine escenificó en su portada un careo entre esta niña y al presidente estadounidense, quien casi triplica su tamaño y la mira cabizbajo, junto al mensaje sobre un fondo rojo: "Welcome to America" (“Bienvenida a Estados Unidos”).
Sin embargo, la jefa de la Dirección de Protección del Migrante de la cancillería hondureña Lisa Medrano dijo a la AFP que la niña, “que va a cumplir dos años” , “no fue separada” de su madre.
El padre de la niña, Denis Varela, también confirmó a The Washington Post que su esposa, Sandra Sánchez, de 32 años, no había sido separada de la niña, y que ambas están juntas en un centro para inmigrantes en la ciudad de McAllen, en Texas.
La revista incluso terminó reconociendo que la niña no había sido separada de su madre.
Otra foto muestra a una veintena de niños detrás de una reja, algunos trepados a ésta, con recipientes y lleva días circulando como si hubiera sido tomada en uno de estos centros de detención en la frontera con México.
Sin embargo, su autor, Abed Al Ashlamoun, fotógrafo de la agencia EPA, tomó la imagen de estos niños, que en realidad son palestinos, en agosto del 2010.
Finalmente, otra imagen muestra a un pequeño llorando en lo que parece ser una jaula, y fue compartida decenas de miles de veces en Twitter (a modo de ejemplo, lo fue al menos 25.500 veces en la cuenta @joseiswriting).
En realidad, se trata del recorte parcial de una foto de una puesta en escena en una protesta contra la política migratoria estadounidense.