CIUDAD DEL ESTE (de nuestra Redacción regional). Los funcionarios de Aduanas y de la Fiscalía culminaron la inspección de tres contenedores y un camión encarpado que contienen mercaderías que fueron trasladadas desde Encarnación a la terminal de cargas Algesa de Ciudad del Este.
La carga, de origen chino, fue importada por la firma Business Modena, cuyo accionista es David Ibarra, según figura en los registros. Casualmente, un funcionario aduanero asignado en Algesa tiene ese mismo nombre y el mismo apellido, aunque hasta hoy no se aclara si se trata de la misma persona o es un homónimo.
Los agentes descubrieron que la carga incautada no coincide con la lista de empaque y factura.
En los papeles de importación consta que uno de los contenedores contenía globos para fiestas, pero en realidad hallaron 625 miras telescópicas de rifles que no contarían con el permiso de la Dirección de Material Bélico (Dimabel). Además, hay accesorios de Apple y Samsung, gafas Oakley y juguetes de reconocidas marcas que serían falsificadas.
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Igualmente hallaron cremas nutritivas y máscaras faciales que requieren autorización de la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) para su introducción al país.
Las miras telescópicas quedaron retenidas en los depósitos de la terminal de cargas Algesa hasta que la importadora presente los documentos que acrediten la autorización de la Dimabel.
También fueron retenidos en dicho sitio los accesorios electrónicos y juguetes para corroborar si la importadora cuenta con los permisos de las firmas representantes de las marcas.
El tercer contenedor igualmente fue revisado y los intervinientes aún no habían informado sobre su contenido, hasta el cierre de esta página.
La investigación del caso es llevada a cabo por la fiscala Nilsa Torales, de la Unidad de Marcas y Anticontrabando.
Revisan cinco meses después de la incautación
Los tres contenedores, con sus respectivos camiones, y el camión encarpado con mercaderías fueron retenidos en Encarnación hace cinco meses, tras la denuncia de representantes de algunas marcas de fama mundial por los supuestos delitos contra la propiedad intelectual.
Llamativamente, se tardó cinco meses para que la carga sea inspeccionada.
El director de la Dirección Nacional de Aduanas, Julio Fernández, insinuó que fue culpa de los fiscales del caso (inicialmente Humberto Rosetti y luego Nilsa Torales). Dijo que los agentes del Ministerio Público se rehusaron a verificar los contenedores en Encarnación.
En tanto, los fiscales se llamaron a silencio, pues ayer nuestro diario no obtuvo respuesta de ellos. De hecho, Nilsa Torales se convirtió en una fiscala con manejo hermético desde que está a cargo de la Unidad de Marcas y Anticontrabando con competencia en Alto Paraná, Itapúa y Canindeyú.
Un diario regional que actúa de vocero del Ministerio Público acusó a los aduaneros de la maniobra dilatoria para permitir la clonación de los contenedores, citando a fuentes investigativas.
El caso sigue generando preguntas y dudas en el sector, por el llamativo proceder con estas cargas.
