Hace 25 años era encontrado en un árbol el cuerpo del niño Eric Astorga

Eric Rubén Astorga Benítez tenía apenas siete años. Vivía con sus padres y hermanos en un inquilinato de la calle Piribebuy entre Mariscal López y Mariscal Estigarribia del barrio Kennedy, cerca del Hospital de Lambaré.

El 28 de agosto de 1996, como por arte de magia, el pequeño simplemente desapareció de la vista de sus primitos y vecinitos con quienes estaba jugando.

Resultó que Eric había sentido curiosidad al ver abierta la puerta de la habitación de un vecino del mismo inquilinato, José Félix Quintana Benítez, quien entonces tenía 20 años y practicaba karate.

Aunque José Félix cambió su versión varias veces, básicamente lo que pasó fue que Eric, como parte de una inocente travesura, se tiró sobre la espalda del muchacho y este último intentó deshacerse de él con un movimiento brusco que hizo caer violentamente al pequeño.

Tan mal cayó Eric que se desnucó y murió al instante.

En una congeladora

Desesperado, José Félix escondió el cuerpo debajo de su cama, hasta que fue descubierto por su hermanastra Teresa Bienvenida Quintana Lezcano, de 28 años, quien por su parte le contó lo que pasó a su madrastra y a la vez madre del muchacho, María Bernardina Benítez de Quintana, de 48 años.

Para ganar tiempo mientras pensaban cómo salir de semejante situación, los miembros de la familia Benítez Quintana escondieron el cadáver de Eric en una congeladora. Así también evitaron que emitiera olor.

Los padres y hermanos de Eric empezaron la búsqueda, pero nunca se imaginaron que el cuerpo del pequeño estaba escondido en nada menos que una habitación del mismo inquilinato.

Satánicos

Con el correr de los días, todo el país se interesó en el caso. La Policía sitió la ciudad de Lambaré y los medios de comunicación prácticamente acamparon en el barrio Kennedy.

El rumor más fuerte que corría era que Eric había sido secuestrado por practicantes de satanismo, ya que en esa época era casi una “moda” hablar de jóvenes poseídos y que supuestamente ofrecían sacrificios de niños como parte de un ritual diabólico; es más, un hermano de Eric fue detenido inicialmente como sospechoso.

El hallazgo del cuerpo

Luego de nueve días de búsqueda, el cuerpo de Eric Astorga finalmente fue hallado la mañana del viernes 6 de setiembre de 1996, hace exactamente 25 años.

Otra niña de 12 años que estaba buscando mangos en un baldío contiguo al inquilinato observó la punta de un árbol e identificó los championes de Eric, cuyo cuerpo aún tenía puesto el conjunto de buzo con el que desapareció, aunque el cuerpo ya se encontraba en estado de descomposición.

El menor de edad fue subido al árbol sentado en una silla de plástico a su vez atada a las ramas más resistentes.

Los bomberos de la Policía rescataron el cuerpo horas más tarde con una escalera. El dolor estalló en toda la ciudad de Lambaré y en gran parte del país.

Pillados y encarcelados

Tres días después, el 9 de setiembre, todos los miembros de la familia Quintana Benítez fueron demorados por la Policía. Al día siguiente, el 10 de setiembre, José Félix no aguantó la presión y confesó el crimen.

Incluso, posteriormente se hizo una reconstrucción del hecho, que fue seguida por centenares de pobladores de Lambaré que querían linchar al joven karateca mientras este mostraba paso a paso cómo mató a Eric y cómo subió el cuerpo al árbol con la ayuda de su mamá y hermanastra.

De hecho, José Félix Quintana Benítez, su madre María Bernardina Benítez de Quintana y su hermanastra Teresa Bienvenida Quintana Lezcano fueron encarcelados por orden del entonces juez Alcides Corbeta.

Luego de pasar 10 meses recluidas en el Buen Pastor, las dos mujeres salieron libres el 4 de julio de 1997.

José Félix Quintana, en tanto, fue condenado a cinco años por homicidio culposo.

El juicio terminó recién el 28 de febrero de 2000 y el 27 de noviembre de ese mismo año el joven abandonó la cárcel de Tacumbú bajo libertad condicional.

¿Qué pasó con el autor del asesinato de Eric?

Ya reinsertado a la sociedad, José Félix consiguió trabajo en la entonces Secretaría del Ambiente (Seam).

El 13 de marzo de 2005, el responsable de la muerte de Eric Astorga murió al ser tragado por el río Paraná, en la zona de Ayolas, mientras hacía una patrulla en una precaria lancha con un militar de la Armada, quien también falleció, y un conscripto militar, quien fue el único sobreviviente.