El relato de la menor fue desgarrador. Todos los exámenes médicos y psicológicos realizados a la víctima conformaron un cúmulo de evidencias suficientes para condenar a la madre biológica y a su concubino a 14 y 15 años de cárcel, respectivamente, por abuso sexual en niños; en el caso de la mujer, por omisión de evitar el resultado. Sus nombres no son divulgados para proteger a la víctima.
Todo comenzó hace tres años, cuando la pequeña tenía 9. Ella vivía con su madre en Villa Elisa y con su padrastro. De forma malintencionada, los abusos comenzaron en el baño. El hombre supuestamente la ayudaba a bañarse y aprovechaba para acariciarla en sus partes íntimas.
“Mi mamá sabía lo que él me hacía. Ella veía cuando mi padrastro me tocaba, él pasaba y me tocaba la cola y mamá se burlaba”, contó.
El hombre pasó del manoseo al coito, aprovechando los momentos en que la madre se ausentaba. La niña se lo contó, pero esta no le creía. Durante tres años esta situación se repetía a diario.
En diciembre de 2014, la niña, recientemente bautizada, decidió contarle lo sucedido a sus dos madrinas, ya que su madre permitía los abusos. El fiscal que logró la ejemplar condena fue el Abog. Luis Said Fragueda.