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Sapriza, integrante del grupo de fiscales que investigará el crimen, dijo a ABC Cardinal que sus colegas de Pedro Juan Caballero confirmaron que no se le despojó de ningún teléfono a la víctima. Además, se tomó declaración a las personas que la acompañaban ese día y estas dijeron que tampoco recibió una llamada antes de ser asesinada. “Lo que llevaba en la mano era un manojo de llaves”, acotó.
Además, las imágenes de las cámaras de seguridad que captaron el ataque de los sicarios no permiten ver claramente que portaba un teléfono celular en la mano. Cuatro teléfonos de su propiedad ya están en poder del Ministerio Público, que serán peritados por especialistas para determinar si fueron alertados o si hay archivos que fueron eliminados. Detalló que estos teléfonos son de alta gama y muy difíciles de desbloquear, ya que la abogada Casuso tenía una serie de medidas de seguridad para sus comunicaciones.
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Con respecto al crimen, mencionó que “puede ser” que algunos de los grupos criminales de la zona “hayan puesto algún precio a ese trabajo” -de asesinarla-, pero aún no cuentan con datos al respecto.
Comentó que, en 2017, el Ministerio Público tomó conocimiento de que había un amenaza latente sobre la abogada Casuso por parte de una organización criminal que opera en Pedro Juan Caballero y en Asunción, por lo que fue advertida para que tomara precauciones al respecto.
Finalmente, expuso que el Ministerio Público aún no accedió ningún audio de la abogada Casuso y que esto depende del peritaje que se practique a los teléfonos de la víctima.
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