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El mandatario fue el primero en confirmar la decisión, luego de un encuentro de casi una hora con su secretario de Estado.
“No es una decisión fácil. Ser senador es el anhelo de la mayoría de los políticos, sin embargo Salyn, entendiendo la necesidad y el momento histórico, ha resuelto priorizar por encima de sus aspiraciones políticas la República del Paraguay”, sostuvo.
Franco felicitó la decisión del ministro y destacó su gestión, que arrancó en agosto del 2012.
“Le agradezco por esta decisión que para mí es muy importante”, expresó el gobernante.
Consideró que la postura de Buzarquis es una prueba de su “madurez” como político.
Tras valorar el “gesto de renunciamiento” y asegurar sentirse “conmovido”, el Presidente anunció que hay varios proyectos pendientes en el MOPC antes de entregar su mandato, en unos meses.
“Con esto se permite concretar la mayoría de los proyectos antes de retirarnos”, aseveró.
Igualmente, Franco garantizó que todas las obras anunciadas se ejecutan con “transparencia y cristalinidad”.
La “novela” sobre la situación de Buzarquis se inició ya en noviembre del año pasado, cuando Buzarquis adelantó que está dispuesto a dejar su candidatura de lado para seguir en el MOPC.
El ministro no tomaba una decisión sobre su futuro político, ya que -según decía- lo dejaba en manos del presidente Franco.
El dirigente liberal había adelantado que deseaba quedarse en la secretaría, aunque insistía que aún debía conversar con el mandatario.
Esta semana incluso corrió la versión de que Douglas Oneto Bonzi asumiría como remplazante de Buzarquis.
La incertidumbre prácticamente se disipó en la víspera cuando el propio presidente Franco, en conferencia de prensa, expresó su deseo de mantener a su ministro de Obras hasta finalizar su mandato.