Con materiales reciclados, alumnos crean extractor de humo y ganan una feria

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Lo que comienza como un proyecto del cole puede convertirse en una solución a un problema que afecta a la sociedad. Así lo ven los alumnos del colegio María Auxiliadora, quienes crearon un extractor de humo con materiales que ellos mismos adaptaron.

Con una caja de cartón y una esponja vegetal, es posible hacer un sinfín de cosas. Violeta Vargas (18), Lucía Torres (18), Gainete Lordani (17), Araceli Mereles (17) y Juan Sosa (17) son un grupo de estudiantes del Colegio María Auxiliadora que crearon un extractor de humo con estos componentes. Esto los consagró ganadores en la categoría de medio ambiente de la Feria de Ciencia Capital (CIENCAP) que se realiza cada año en el Colegio Nacional “Asunción Escalada”.

Según comenta Violeta Vargas, una de las integrantes del grupo ganador, todo comenzó como una idea vaga que surgió a raíz del típico proyecto de terceros. “Todos hacían proyectos referentes al agua y queríamos realizar algo diferente”, comenta la joven.

Al surgir la idea de hacer un trabajo referente al aire, empezaron sus investigaciones para hacer un extractor de humo económico. “Comenzamos a comparar las partes de los equipos y uno de los filtros tenía una textura similar a la esponja vegetal”. A partir de ahí, iniciaron un arduo trabajo que duró tres meses hasta la obtención de un mini extractor.

Este grupo recreó el equipo con materiales completamente reutilizables, como cartones, papel, hilo e inclusive las paletas de un ventilador viejo. Violeta comenta que al principio les costó mucho porque no sabían cómo hacer el trabajo: “Nos desesperábamos porque no quedaba como esperábamos, pero a medida que avanzábamos nos iba saliendo mejor. Armamos la cubierta con papeles viejos, las paletas del ventilador las encontramos en la calle y compramos un transformador para dar potencia al extractor eléctrico”.

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Uno de los principales problemas que tuvieron durante la elaboración del proyecto fue la falta de confianza hacia el grupo por parte de los profesores y compañeros del colegio. “Cuando les presentamos la idea, creían que era algo muy irreal, no confiaban en la viabilidad del proyecto y les daban más importancia a otros equipos, hasta que ganamos y en ese momento empezaron a mostrar interés”, comenta la estudiante.

La joven manifiesta que fabricaron este objeto con el fin de concienciar a las personas y también para hacer algo diferente y dejar de lado el kaiguetismo a través de ideas innovadoras.

“Queremos invitar a los jóvenes a dejar de lado la mediocridad y no hacer las cosas solo para pasar de curso, porque de las cosas sencillas pueden surgir grandes soluciones”, finaliza Violeta.

Por Divina Alarcón (18 años)