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La operación denominada Iporã (lindo en guaraní) tenía como objetivo a Lucas Barbosa de Almeida, alias Bonitinho, un conocido miembro de la facción criminal Primer Comando da Capital (PCC) quien permaneció oculto durante más de 15 años en la frontera. El mismo usaba documentos falsos con las que llevaba una vida relativamente tranquila fingiendo ser empresario.
En São José do Rio Preto, ciudad ubicada en el interior del Estado de São Paulo, “Bonitinho” había sido condenado en febrero de 2012 con su nombre real a 11 años de prisión por tráfico de drogas. Poco tiempo después escapó y no se volvió a saber de su paradero. En la frontera se manejaba con el nombre Lucas de Almeida Alencastro, hasta que fue identificado por la Policía Federal.
La identidad de los demás detenidos no fue dada a conocer, pero todos formarían parte de la estructura encabezada por “Bonitinho” y se encargaban de “blanquear” el dinero de la facción por medio de empresas de fachada.
En los últimos años se habrían movido más de 50 millones de reales -más de 75 mil millones de guaraníes- y tras el operativo Iporã varias empresas que eran manejadas por el grupo fueron embargadas por orden judicial.
La Justicia del Estado de Mato Grosso do Sul autorizó además que otras seis personas investigadas en la misma causa sean monitoreadas por medio de tobilleras electrónicas, mientras que la intención es detectar las ramificaciones de la banda, según informó la Policía Federal.