Esta semana afronta una doble oportunidad europea para rearmarse y retomar el baloncesto que le llevó a liderar con autoridad la Euroliga y la Liga Endesa, donde cada vez es mayor el asedio al que le somete un Barça que le tiene tomada la medida y ya le arrebató la Copa del Rey en un febrero fatídico para los blancos.
De repente, todo se vino abajo en el equipo madrileño. En las últimas semanas no hay ni rastro de una plantilla que dominaba con mano de hierro todas las competiciones; y que se impuso en septiembre en la Supercopa de España, con remontada en la final ante el Barça.
La derrota del domingo ante el Bitci Baskonia es la cuarta consecutiva en su pista en ACB, tras las sufridas frente al Barça, MoraBanc Andorra y Valencia Basket. En Euroliga el panorama no es mucho más alentador como evidencia el último tropiezo ante el colista Zalgiris, al que solo pudo anotar 47 puntos, la cifra más baja de su trayectoria continental.
Varios son los factores que están detrás de dicha transformación. A la acumulación de partidos de un calendario cada vez más exigente se sumaron en enero y diciembre varias bajas por covid y una sucesión de lesiones que frenaron la progresión del equipo que entrena Pablo Laso.
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No obstante, la situación no ha mejorado a pesar de que el covid ya quedó atrás y la plantilla vuelve a estar casi al completo e incluso se reforzó con el argentino Gabriel Deck. Además, después de la Copa del Rey y la suspensión del partido frente al CSKA el equipo blanco disfrutó de varios días para recuperarse.
La crisis blanca ha sabido aprovecharla muy bien su máximo rival. El potente Barça le tiene tomada la medida desde la llegada de Sarunas Jasikevicius a su banquillo. Desde principios de año, le ha ganado a domicilio en Euroliga, repitió triunfo en la Copa del Rey en Granada -apartando a los blancos de un nuevo título- y le ha arrebatado el liderato de la máxima competición continental. También tiene a tiro la primera posición de la Liga Endesa, donde el Real Madrid resiste porque ha jugado tres partidos más que los azulgranas.
Después de caer frente al Baskonia tras completar una pésima segunda mitad, Laso reconoció este domingo que atraviesan una situación "jodida", porque "perder es jodido, sobre todo por la sensación que se te queda en un partido en el que hemos hecho muchas cosas bien y no hemos sido capaces de romperlo". También admitió que se iba a casa "preocupado" porque es consciente de que deben mejorar algunos aspectos que les ayudan a tener el control del juego.
Este lunes, también analizó la situación del equipo Rudy Fernández: “Tenemos que desconectar de lo que nos está pasando en estas últimas derrotas. Con una temporada tan larga y exigente, el deporte tiene este tipo de cosas, que en algunos momentos puedes tener un bajón de rendimiento tanto física como mentalmente. Y se ve más en las derrotas que en las victorias", dijo el balear, para quien la receta para recuperar su mejor baloncesto pasa por "darlo todo en cada partido y trabajar".
A su juicio, la derrota del domingo frente al Baskonia "fue el detonante" y les hizo ver que tienen que "cambiar el chip", conscientes de que aún queda mucha temporada. De momento, esta semana dispondrán de tres nuevas oportunidades para remontar el vuelo, los compromisos de Euroliga frente al Estrella Roja y el Armani Milán y la visita al San Pablo Burgos en Liga Endesa.