A 10 minutos para el descanso, con el marcador favorable a los argentinos por 2-0, gracias a los goles de Sergio Agüero y Paulo Dybala, Messi y Medel lucharon por un balón. El chileno se quejó de un empujón de Messi y ambos jugadores se encararon, quedando cabeza con cabeza.
Luego del incidente, el compatriota interpretó que ambos merecían la roja, una decisión que desencadenó protestas por parte de ambos equipos, los aficionados en la cancha y en las redes sociales. Es la segunda expulsión de Messi en toda su carrera, ambas con Argentina. La primera fue en su debut con la Albiceleste, en 2005 contra Hungría.
Díaz de Vivar consultó con el VAR para estar seguro de su decisión y el sistema de videoarbitraje le habría dado la razón. En principio ambos jugadores permanecieron incrédulos dentro del terreno de juego pero finalmente se retiraron.