La derrota 0-2 en Buenos Aires obliga a Cerro Porteño a dar vuelta la serie para convertirse en el rival de Boca Juniors en las semifinales de la Copa Libertadores. En la historia del certamen, el Ciclón tiene dos antecedentes de remontadas y ambos fueron en cuartos de final, pero uno con el mismo resultado y otro con una desventaja mayor. Esto juega a favor del Azulgrana para una nueva noche histórica en Barrio Obrero.
En la Libertadores 1998, Cerro eliminó a América de Cali en octavos y enfrentó a Peñarol en cuartos. En la ida, el 20 de mayo, el Carbonero venció 2-0 al Ciclón en el Centenario de Montevideo. Siete días después, los paraguayos golearon 3-0 en el Defensores del Chaco con goles de Héctor Blanco, Miguel Ángel Domínguez y Óscar Ferreira. El Azulgrana avanzó a semifinales y midió a Barcelona de Guayaquil.
Un año después, el Ciclón superó a Nacional de Montevideo en octavos y cuando parecía que tendría una serie fácil contra Estudiantes de Mérida de Venezuela, el 5 de mayo de 1999, Cerro Porteño cayó 3-0 en el estadio Guillermo Soto. En esta ocasión, la vuelta fue en el estadio General Pablo Rojas: el local, que había goleado 5-0 al Bolso en Asunción, volvió a devorar al rival y ganó 4-0 con tantos de Mauro Caballero, Héctor Blanco, Guachinho y Danilo Aceval (penal).