La acción judicial ante la instancia deportiva fue promovida por la actuación del futbolista Osmar Ayala, quien por su edad (sub 19), participa en los juegos de la Juvenil y Primera de Atlético Central.
El joven había recibido dos partidos de suspensión tras un cotejo en Juvenil y los dirigentes de su club mencionaron que por dicha inhabilitación, no jugó un partido en Primera y otro en Juvenil, en este caso perdiéndose el primer lance de la serie consagratoria en la categoría preliminarista.
Los dos choques finales en Juvenil terminaron 2-2 y en el segundo participó Ayala. El 30 de Agosto presentó la protesta, que fue rechazada por el tribunal local, de la Liga Nueva Italia y también por el departamental (11ª federación). Sin embargo, el organismo punitivo de la UFI, integrado por Héctor Ramírez, Rubén Cabral y Víctor Villamayor, dio lugar al pedido de la adjudicación de los puntos y el “30” se quedó con la corona.
El título se definió sobre el escritorio y ese hecho genera la indignación de la del Atlético Central, cuya comisión directiva es presidida por César Adle.
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“La UFI pisotea su propio reglamento”, expresó a nuestro diario el delegado Éver Ortiz, quien cree que lo más justo hubiese sido el desarrollo del tercer partido.
La corona en Primera quedó en poder de Alianza, mientras que la de Juvenil es para el 30 de Agosto, en medio de la polémica.