El resultado, fiel a la pobreza del partido
Otro mal partido, con poco fútbol, mucho corte, repleto de imprecisiones compartidas. También, el campo atentó contra el juego. Golpeado por la lluvia, los jugadores perdían el equilibrio con facilidad y muchas veces un mal calculo en la marca, significó una infracción.
Todo esto hizo que el trámite no tenga ritmo y que en la etapa inicial, el duelo sea discreto. Con formas distintas, el local tomó el protagonismo y el rival apostó al contragolpe. Pero ambos pudieron gestar o llevar peligro a las áreas con remates de larga distancia, principalmente los dirigidos por Roberto Torres. En las tres principales acciones, Ronaldo Martínez y Pablo Palacios tuvieron chances con tiros desde fuera del área que pasaron cerca del palo derecho de Rubén Escobar. No había otro método para la ofensiva. También el Albiceleste insinuó por esa vía, pero sin contundencia.
En la complementaria, la temática continuó, pero por momentos, las ocasiones eran menos casuales como una definición de Mario Otazú, que acabó una jugada con el recurso de la chilena. Una descarga de cabeza dejó al zurdo de espaldas al arco, ejecutó, pero Rhuan Dos Santos sacó al tiro de esquina.
Los entrenadores no tardaron en realizar cambios, pero ninguno fue efectivo. Roberto Torres sacó a los rápidos, mientras que Troadio Duarte prescindió del único jugador de área.
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El desarrollo no cambió y ni si jugasen más tiempo, llegarían al tanto. Al final, ya el estado del césped hizo más difícil el cotejo. Las llegadas fueron producto de lanzamientos, esperando más el error rival que buscando por virtud propia. El 0-0, fiel a la pobreza del compromiso.
@DarioIbarra01