Diferencia en juego, mayor a dos goles
Estilos distintos, pero con el mismo afán triunfador. El Olimpia “eléctrico”, con sólida base física, frontal, saltando líneas enfrentaba a un Cerro Porteño en condiciones normales presenta un juego más elaborado, requiriendo precisión para marcar superioridad, pero que tuvo una presentación para el olvido. No es la primera vez que flaquea en duelos importantes.
El que entró enchufado fue el Decano, que mediante esa concentración plena pudo marcar la diferencia en el marcador en forma tempranera, de la forma en la que se siente cómodo, de contragolpe.
Lea más: Coritiba destituye a Gustavo Morínigo
El gol de Montenegro luego del pase de Derlis González fue el corolario de una muy buena acción de la que participaron Cardozo y Ale Silva. Lento retroceso de los visitantes, quienes se habían adelantado para un tiro de esquina.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Los azulgranas, con muchos errores, sobre todo de los marcadores centrales, habitualmente expeditivos. Tenían la obligación de buscar el empate, pero sin profundidad ni peso en ataque.
Lea más: Autoridad franjeada en Para Uno
Sobre el final del primer tiempo se produjo una trifulca luego de una entrada de Cardozo sobre Carrizo. El argentino metió un codazo, le agarró del cuello a Ortiz y se armó un verdadero tumulto, con empujones y golpes. El árbitro expulsó bien a Pachi y para nivelar, el olimpista “sorteado” fue Silva. Varios hicieron “méritos” para ser echados al meter trompadas, pero el elegido fue el uruguayo.
En la etapa complementaria, la superioridad franjeada fue clara. A Cerro le faltó agresividad, rebeldía, mientras que a Olimpia le sobró actitud. Con firmeza se lo llevó por delante al rival y llegó al segundo tanto luego de un pase fallido de Duarte a Piris da Motta que lo capturó Derlis con categoría. Jean quedó gateando ante la calidad del atacante.
El resultado quedó corto. Vacío de fútbol, Cerro se expuso a la goleada.
Cáceres: Jerarquía y entrega, factores claves
El entrenador de Olimpia, Julio César Cáceres (42), destacó la jerarquía de sus jugadores y la máxima entrega como factores claves para triunfar sobre Cerro Porteño en Para Uno (2-0).
“Muy contento. Es un sentimiento único, ganar un clásico en casa y con nuestra gente”, señaló el DT, quien valoró la gran tarea realizada por el equipo y principalmente los goleadores Brian Montenegro y Derlis González. “Demostraron su inteligencia a la hora de jugar”.
“Derlis es un jugador clase A. Viene haciendo un esfuerzo tremendo. Sé la mochila pesada que viene teniendo. Es un futbolista clave como todos. El club ha hecho un esfuerzo grande por saldar la deuda (con el Dínamo Kiev). Hay que disfrutarlo más que nunca”, significó el orientador, quien señaló que el Decano hizo un partido perfecto para salir airoso en casa frente al tradicional adversario.
Arce: Decepcionado no, preocupado sí
“Banco a los jugadores a muerte. No estoy decepcionado, sí estoy preocupado por el trabajo. Nuestra producción no fue acorde al tamaño de este partido. Como cabeza debo absorber las críticas”, expresó entre otras cosas en conferencia el técnico de Cerro Porteño, Francisco Javier Arce (51).
“No conseguimos llevar a cabo lo que teníamos preparado. Acá lo clave es confiar en lo que hacemos. La culpa es toda mía. Si las cosas no funcionan, es toda del entrenador”, añadió.
El orientador intentó enderezar el rumbo con las modificaciones, pero éstas nos resultaron. “Imaginamos que lo íbamos a corregir en el entretiempo, no fue así. Por eso perdimos. El rival hizo bien la tarea”, mencionó.
“Llegamos al área, pero sin poder terminar la jugada. El rival, con su forma de jugar, aprovechó bien” indicó “Chiqui”.
El arbitraje: Tarea complicada por una trifulca
Éber Aquino Gaona (42), de la promoción 2000 y con insignia FIFA desde el 2016, dirigió su 15º clásico y su partido 186 en Primera. En la pelea registrada sobre el cierre del primer tiempo echó bien a Carrizo y eligió a Silva para nivelar, cuando otros estuvieron más activos en la trifulca.
