Los octavos de final de la Copa Libertadores comenzaron con varias polémicas y nuevamente el VAR está en el ojo de la tormenta por dos errores que cambiaron el futuro de dos partidos. En Asunción, en el choque de Cerro Porteño y Fluminense, la tecnología no corrigió una equivocación del asistente dos, Julio Fernández, y anuló un tanto legítimo de Mauro Boselli. El argentino estaba habilitado en el momento en el marca el 1-0 parcial del Ciclón, pero al parecer el juez César Deischler, en la revisión, nunca vio a un jugador de Fluminense que habilitó toda la acción.
José Luis Chilavert salió al cruce de los fallos, uno a favor del Atlético Mineiro ante Boca Juniors en la Bombonera cuando el local anotó el 1-0, y disparó contra la Confederación Sudamericana de Fútbol. “Brasil maneja el VAR en la Corrupbol y protege a sus equipos. Acá el robo a Cerro Porteño y también a Boca Juniors, así matan el fútbol”, escribió en Twitter el exarquero de la selección paraguaya. En el caso del Azulgrana, el off-side inventado cambió la historia del trámite, que en el segundo tiempo fue favorable para el Tricolor con el 2-0 con goles de Nené y Egidio.
