Unión Española y Magallanes buscan la gloria en inédita final de copa Chile

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Lázaro GarcíaSantiago de Chile, 13 nov (EFE).- Unión Española y Magallanes, equipo recién ascendido a la primera división, disputan este domingo la final de la Copa de Chile en un choque inédito en el que la sorprendente "Academia" parte ligeramente como favorito pese a haber jugado esta temporada en una división inferior.

En caso de que se cumplan los pronósticos sería el primer título de copa para este club centenario, uno de los ocho fundadores de la liga chilena, que llevaba 33 años penando en el segundo escalón del fútbol profesional chileno y que no abre sus vitrinas para colocar un trofeo de enjundia desde hace más de 70 años.

En ellas luce cuatro ligas (1933, 1934, 1935 y 1938), una copa apertura (1938) -antecesora de la Copa Chile- y el récord de ser él único club chileno en encadenar tres títulos de liga consecutivo.

Una larga travesía por el desierto que puede concluir con un doble premio este domingo, ya que al ascenso conseguido de forma brillante dos jornadas atrás, se puede sumar la posibilidad de, si gana la final, jugar la fase preliminar de la Copa Libertadores.

"Estamos preparados y convencidos de que vamos a ganar", asegura a Efe Manuel Vicuña, el joven volante de 23 años formado en la cantera que se ha destapado como uno de los mejores jugadores de la temporada.

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La mezcla entre juventud formada en casa, talento joven hallado fuera y la experiencia de jugadores de gran nivel que han llegado a Magallanes en el ocaso de su carrera, como es el caso del "mago Jiménez", delantero de 38 años con una dilatada carrera en la liga italiana y en la selección nacional, es una de las claves del éxito.

Otra, la jerarquía en el centro del campo de un hombre experimentado como César Cortes (38 años), también internacional con Chile, pero sobre todo la apuesta de su presidente, Cristina Ogalde, exitoso agente de jugadores que ha decidido implantar un proyecto a medio y largo plazo con el modelo de los grandes clubes europeos en la mirada.

"Es cierto que no esperábamos tener resultados tan pronto, pero ayuda que el club se preocupe de los jugadores y los técnicos, y confíe en una filosofía de juego por encima de los resultados", señala a Efe Nicolás Núñez, el joven entrenador que ha obrado el milagro.

UNA TEMPORADA IRREGULAR

Enfrente, en el estadio El Teniente de Rancagua -situado a unos 120 kilómetros al sur de Santiago- estará otro de los equipos históricos de la liga chilena, la Unión Española, que ha tenido una temporada muy irregular.

Disputó la punta del campeonato al ahora campeón Colo Colo durante la primera ronda de la liga, pero después se desinfló hasta caer a la parte media coincidiendo con la salida de su mejor jugador, el volante Felipe Méndez, al CSK de Moscú.

Una venta a mitad de temporada que descosió a los hispanos, y los hundió hasta quedar fuera de los puestos que dan acceso a competiciones internacionales.

Un varapalo deportivo pero sobre todo económico para un equipo que arrancó aspirando a todo, tanto en Liga como en copa Sudamericana, de la que fue eliminada por Antofagasta, último clasificado de la liga chilena.

Unión Española alcanzó la final tras eliminar a Universidad de Chile, otro de los equipos históricos que han tenido un mal año, en una llave muy apretada, con fútbol feo y de escasa calidad, que se llevó el club de la colonia porque fue el que más fe puso en el partido de vuelta, que ganó por 1-0 en los minutos finales en su fortín de Santa Laura.

La afición rojigualda confía en otro momento de inspiración del delantero argentino, Leandro Gárate, y sobre todo de una tarde tan inspirada como la que tuvo el guardameta Miguel Pinto, el gran héroe de la vuelta de la semifinal con la "U" de Chile.

De conseguir la victoria, sería la tercera copa de Chile para Unión Española (1992 y 1993), que llegó a finalista en otras dos ocasiones (1977 y 1988) y que alberga un total de siete títulos de liga en sus vitrinas.

La última vez que la abrió para colocar un nuevo trofeo fue en 2013, fecha en la que sumó su primera Supercopa de Chile. Una mala racha que quiere romper en el año en el que se cumple un siglo de la fusión de los dos equipos de los que proviene, el Club Ciclista Ibérico y el Club Ibérico Balompié, creados por migrantes españoles.