Los aficionados mexicanos se congregaron en las afueras del recinto horas antes del encuentro para iniciar su ritual habitual: con refrescos en mano, parrilladas y al ritmo de música animada, los rayados calentaban motores y hacían frente a las altas temperaturas californianas.
"Ramos y Canales vinieron a darnos esperanza", dijo a EFE un joven aficionado que viajó desde Monterrey hasta Pasadena a propósito para mostrar su apoyo a los hombres del entrenador español Domènec Torrent.
Los dorsales de "Los Sergios", como apodan los aficionados a Canales y Ramos, predominaban entre las camisetas de los hinchas que aguardan en las puertas de entrada de un estadio con capacidad para casi 90.000 personas.
La presencia de ambos jugadores en la cancha es el gran aliciente de este primer encuentro entre los mexicanos y los italianos, que se presentan a esta competición con ganas de reivindicarse de la derrota en la Champions contra el París Saint-Germain.
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"¡Soy rayado y tengo aguante!", corearon los seguidores mexicanos al tiempo que animaban a los seguidores que iban llegando al estadio a unirse a los cánticos.
Entre la afluencia mexicana, los seguidores del Inter de Milán pasan casi desapercibidos entre la multitud, alzando sus banderas y bufandas mientras aguardaban en las colas del estadio.
El club mexicano se mide ante el Inter en el Grupo E que completan River Plate y Urawa Red Diamonds.
El conjunto argentino lidera las posiciones tras imponerse hoy ante los japoneses por 3-1.