El PSG y los demás

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Luis Miguel PascualParís, 14 ago (EFE).- La historia se repite. El París Saint-Germain vuelve a encarar la liga francesa sin un rival a su altura, con todas las cartas para volver a dominar la liga francesa, que comienza este viernes, de cabo a rabo y con un estatus superior que le confiere la recién conquistada Liga de Campeones.

Si los de Luis Enrique no perdieron ningún partido doméstico la pasada campaña hasta abril, cuando el campeonato ya estaba a buen recaudo y todas las mentes pensando en la Liga de Campeones, este año afrontan la competición con la misma ambición: convertir la liga en un trampolín para Europa.

Dos refuerzos, el portero Lucas Chevalier y el defensa ucraniano Ilya Zabarni, para dominar todavía más en Francia, un hábito al que solo han faltado dos veces desde la llegada de los propietarios cataríes en 2012.

El exceso de confianza aparece como el único rival posible de los parisienses, aunque es un peligro para el que han encontrado su mejor antídoto, la personalidad de su técnico.

El PSG vuelve a ser el equipo que más invierte, en un campeonato que tiene congeladas las cuentas de sus clubes por la ausencia de seguridad sobre los ingresos por televisión.

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Los aspirantes

Un escalón (muy alto) por detrás acechan el Olympique de Marsella y el Mónaco.

Los primeros, actuales subcampeones, prosiguen su labor de consolidación, que pasa por encadenar varios años en Liga de Campeones para solidificar sus arcas antes de pretender un salto adelante. REforzados con el Gabonés Aubameyang, el brasileño Paixao, el fichaje más caro de su historia, el francés Weah o procedente de la Juve, es el equipo que más movimientos ha hecho y confía en la solidez de su técnico, el italiano Roberto de Zerbi, para seguir progresando.

Esta temporada es clave para comprobar la paciencia de su propietario, el multimillonario estadounidense Frank McCourt, que confía plenamente en su presidente, el español Pablo Longoria.

El Mónaco se asienta en las bases que el año pasado le condujeron al tercer puesto, con la buena labor del entrenador austriaco Adi Hütter.

A ello han sumado dos incorporaciones de renombre que llegan con tantas expectativas como dudas: Paul Pogba, que regresa al fútbol a sus 32 años tras purgar una sanción por dopaje, y el español Ansu Fati, cedido por el Barcelona para intentar recobrar la brújula de su fútbol que perdió tras una cadena de lesiones.

La clase media

Lille, Niza, Lens o Rennes aspiran a que sus proyectos deportivos les permitan estar en la parte alta de la tabla.

El último equipo que puede presumir de haber arrebatado un título liguero al PSG, el Lille, vuelve a poner en manos de Bruno Genesio un equipo en el que destaca la incorporación del veterano Olivier Giroud, de 38 años, máximo goleador de la selección francesa, convertido en una estrella en esta ciudad del norte del país.

Tercero de la pasada campaña, el Niza, propiedad del dueño de Ineos, apuesta por la estabilidad, y con el magisterio de su entrenador Franck Halse.

El Lens ha logrado rescatar también a un viejo conocido de la afición francesa, el ex internacional Florian Thauvin, de 32 años, los cinco últimos fuera del país, para mejorar el octavo puesto de la pasada campaña.

Proyectos ambiciosos

La temporada servirá también para comprobar cómo se comportan Lyon, Estrasburgo y París FC.

Tras haberse salvado del descenso por problemas económicos, los lioneses han conseguido atraer al portero eslovaco Dominik Greif, procedente del Mallorca, Rubén Kluivert, Tayler Morton o Alfonso Moreira. Bajo la batuta de Paulo Fonseca en el banquillo, entran en una nueva dimensión desconocida.

El Estrasburgo, equipo situado en la órbita del Chelsea, persigue consolidar el séptimo puesto de la pasada campaña, con algunas incorporaciones procedentes del equipo inglés, como la promesa ecuatoriana Kendry Paez, considerado en su país como "el nuevo Messi".

Muchos ojos estarán puestos en el París FC, que regresa a la primera división tras haber sido adquirido por la familia Arnaud, la más rica del país, que por ahora ha puesto unas ambiciones moderadas en el equipo, que no cuenta competir con el PSG.

Su incorporación de más renombre es el brasileño Otavio, un central de 22 años procedente del Oporto, en un proyecto que cuenta con mantener, por ahora, su identidad de equipo de cantera.