En dos partidos, las buenas sensaciones generadas por Olimpia desde la segunda jornada, fueron quebradas. El rendimiento vuelve a expresar dudas y a diferencia del torneo pasado, muestra al Decano como equipo de primer tiempo. La evidencia: el 1-4 con Nacional y 2-4 con Sportivo Luqueño. Dos cotejos con desarrollo y desenlace similares. Tranquilidad en la etapa inicial y catástrofe en la complementaria. “Tenemos que ser mucho más regulares en el tiempo para consolidarnos como equipo”, expresó Néstor Gorosito.

El campeón del fútbol paraguayo pasó de terminar cinco partidos sin recibir ningún tanto a encajar 8 goles en dos presentaciones. “Estamos en la racha de que las que tiran nos convierten”, explicó el entrenador. Después de debutar con derrota 1-0 ante Libertad en el Manuel Ferreira, el Franjeado venció 2-0 al 12 de Octubre, igualó 0-0 con Guaireña, goleó 3-0 a Guaraní y superó 2-0 a Cerro Porteño y Sol de América. La valla invicta de Alfredo Aguilar fue arrastrada por cinco cotejos hasta que el Tricolor y el Auriazul, contagiados por la contundencia, marcaron cuatro cada uno.

“Uno puede decir que es bueno cuando pasan diez partidos y no cuando pasan tres o cuatro”, mencionó Gorosito sobre los cinco lances sin recibir un tanto en contra. “No encontrábamos la pelota, estábamos confusos. Olimpia es un equipo acostumbrado a jugar con ella. Estuvimos muy desordenados y la misma desesperación de no encontrar el juego hace que apresure el tiempo, jugamos más apurados que rápidos”, argumentó el entrenador sobre el choque en el Feliciano Cáceres por la octava ronda del torneo Apertura.
