Cuando quedan 16 meses para el inicio del Mundial-2014, Brasil tiene depositadas sus esperanzas en Luiz Felipe Scolari y Carlos Alberto Parreira, los dos últimos técnicos que ganaron un Mundial con la auriverde, y el volante Ronaldinho, la última gran estrella que dio el país.
Scolari, tras ganar Corea-Japón-2002, afronta su primer test en su segundo proyecto como técnico de Brasil, en un amistoso el miércoles en Wembley contra Inglaterra, acompañado de Carlos Alberto Parreira, coordinador de selecciones y conductor del equipo que consiguió el tetracampeonato en Estados Unidos-1994.
Y en la primera convocatoria han confiado en Ronaldinho, que a sus 32 años está ahora en el Atlético Mineiro y es el único campeón del mundo en la primera llamada de estos dos entrenadores experimentados al ganar también el título en 2002 como jugador.
Tras unos años titubeantes y llenos de críticas hacia el anterior técnico, Mano Menezes, el sueño del hexacampeonato mundial comienza en Wembley, escenario de la última pesadilla auriverde, donde Brasil perdió la final olímpica en agosto pasado contra México.
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Ronaldinho, que fue el mejor jugador del mundo en 2004 y 2005, casi desapareció de la selección brasileña tras los Juegos Olímpicos de Pekín-2008. Dunga lo dejó fuera del Mundial de Sudáfrica-2010 y con Mano Menezes fue convocado esporádicamente.
Con Scolari quiere una segunda juventud y conseguir en Brasil-2014 su segundo título mundial. Su regreso llega ante Inglaterra, un rival al que le marcó un gol en el triunfo en cuartos de final del Mundial-2002 en Shizuoka (2-1).
“Tengo recuerdos especiales de Luiz Felipe Scolari. Ganamos el Mundial-2002 con él y jugamos un fútbol bonito. Cree en mí y me ha llamado de nuevo. Es muy valiente y ya dice que el objetivo es ganar el Mundial-2014”, afirmó Ronaldinho en una entrevista al diario inglés Daily Mail.
“Brasil acude a todos los Mundiales con la expectativa de ganar y cuando es en casa se espera aún más. Hay que entender lo que el Mundial significa para nuestro país. Todos nos piden que ganemos la Copa”, añadió.
El coordinador de la selección brasileña, Carlos Alberto Parreira, piensa también que con Scolari la auriverde tendrá una nueva cara.
“Scolari controla todo muy bien. El trabajo lo desarrollamos de una forma cordial. Hay química en esta comisión técnica. Y cuando es así se funciona bien en todos los sectores. Scolari cambió para mejor, está afable, simpático”, explicó en Londres a la prensa brasileña.
El seleccionador habrá cambiado en algunas cosas, pero no en la forma de motivar a sus jugadores y en su carácter ganador, como mostró el día que asumió el cargo en sustitución de Mano Menezes.
“Jugamos una segunda Copa del Mundo en Brasil y tenemos que asumir que tenemos que ganar. Esa es la presión que nos estamos imponiendo. Vamos a jugar en casa, Brasil apostó por eso y nosotros aceptamos el desafío”, señaló Scolari antes de su primer partido, el miércoles contra Inglaterra.
Neymar, de la nueva generación, y Ronaldinho, de los veteranos, pueden ser las dos apuestas de Scolari para el Mundial, para el que maneja 50 jugadores.
“La selección es joven sí, pero hay jugadores de experiencia que pueden volver a la selección y dar su contribución a ese grupo joven”, dijo Scolari cuando asumió. Estaba anunciando el retorno de Ronaldinho.
