Manolo Montoya: "Ahora mismo ser un entrenador español es una ventaja"

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Javier VillanuevaMadrid, 31 ago (EFE).- Catar, Rumanía y ahora Irán, el técnico español Manolo Montoya, que dirigirá la selección iraní hasta la conclusión del Campeonato de Asia que se disputará en enero de 2022, se ha convertido en los últimos tiempos en un auténtico trotamundos del balonmano.

El mismo adjetivo que podría aplicarse a los numerosos entrenadores españoles que empujados por las condiciones laborales y económicas de la Liga ASOBAL se han visto obligados a buscar lejos de nuestras fronteras un lugar en el que seguir ejerciendo su carrera.

Sin embargo, Montoya, que llevó al BM. Granollers a la conquista de dos títulos consecutivos de campeón de la Copa EHF en los años 1995 y 1996, no quiere caer en el discurso pesimista en el que la crisis económica ha sumido a la Liga española y prefiere destacar las bondades de la nueva generación de entrenadores que copan los banquillos de la ASOBAL.

"Hay una hornada de entrenadores más jóvenes que lo están haciendo muy bien y si están trabajando bien es normal que los que llevamos mucho tiempo tengamos más dificultades para volver a entrenar en casa. No es que con nosotros desapareciese el buen entrenador, el buen entrenador español sigue estando y sigue ejerciendo de maravilla en la ASOBAL", señaló Montoya en conversación telefónica con la Agencia EFE desde Teherán.

Un altísimo nivel que ha abierto a los técnicos españoles las puertas no sólo ya de algunos de los mejores equipos del mundo, sino de muchas selecciones nacionales que ven en los entrenadores españoles un seguro para poder alcanzar el éxito.

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"Ahora mismo ser español es una ventaja, porque tenemos un marchamo de prestigio", reconoció Manolo Montoya, integrante del cuerpo técnico que llevó a España a la conquista de su segundo título mundial en el año 2013.

Un prestigio que el nuevo seleccionador iraní no cree que se deba a una "moda pasajera", tras los éxitos, entre otros, de Jordi Ribera con España, Roberto García Parrondo con Egipto, Manolo Cadenas con Argentina o Valero Rivera con Catar, sino a la "enorme cantidad de trabajo" que hay detrás de la escuela española de entrenadores.

"De moda nada, porque eso sería no dar importancia al enorme trabajo que durante mucho tiempo ha hecho muchísima gente. Yo conozco a pocos entrenadores españoles que no sean unos currantes, el éxito no llega porque sí. Los entrenadores españoles somos gente comprometida, el balonmano es casi un vicio para nosotros. Hay muchas horas de trabajo detrás de cada uno de nosotros", indicó Montoya.

Trabajo bajo el que se esconde, pese a las diferencias existentes entre los distintos entrenadores españoles, una manera propia de entender el balonmano, que hace perfectamente reconocibles a los equipos dirigidos por un técnico español.

"Cuando tú ves el Catar de Valero, el Egipto de García Parrondo o la Serbia de Toni Gerona, que creo que es la última sorpresa, y ves a los serbios jugando ordenados dices aquí ha pasado alguien de nuestra escuela. Esa capacidad de analizarlo todo al detalle, de buscar la organización, ese trabajo con los jugadores y en la preparación de cada partido son puntos básicos del manual de la escuela española", explicó Montoya.

Una filosofía de juego que el preparador catalán tratará de implantar en la selección de Irán, con la que ya trabaja desde mediados de mes para empezar a conformar el equipo con el que participará en el Campeonato de Asia.

Labor en la que Manolo Montoya contará con la ventaja que supone el grato recuerdo que dejó en Irán el también español Rafael Guijosa, el técnico que logró llevar en el año 2015 al conjunto asiático por primera y única vez en su historia a un Mundial.

"Aquí de Rafa hay muy buen recuerdo, es el entrenador que consiguió meter a Irán en el Mundial de Catar 2015 y pese a que de su época en la Federación ya no queda nadie, tienen muy buen recuerdo de él. El hecho de que haya estado aquí antes un español y que haya hecho las cosas bien, siempre te da al principio un poquito más de credibilidad", reconoció Montoya.

Precisamente la clasificación para el Mundial de Polonia y Suecia 2023 es el objetivo que los dirigentes iraníes han fijado al preparador español, para lo cual Manolo Montoya deberá llevar a la selección iraní a las semifinales del próximo campeonato de Asia.

"Sinceramente creo que tenemos un equipo para competir, pero también es un equipo que en los últimos año ha estado ahí pero no ha logrado clasificarse para los mundiales, se trata de intentar dar ese pasito, de ajustar las cosas para que podamos estar en esa lucha, porque como te digo creo es un equipo competitivo", concluyó el preparador español.