Odermatt sucedió en el historial al austriaco Marcel Hirscher al ganar con 19 centésimas de ventaja sobre el esloveno Zan Kranjec -que remontó seis puestos y ganó la plata en honor al padre fallecido hace apenas dos meses- y con un segundo y 34 centésimas de ventaja sobre el francés Mathieu Faivre, que acabó tercero y capturó la medalla de bronce.
"En la segunda manga arriesgué todo, sin miramientos; porque no quería sólo una medalla olímpica: quería el oro", explicó Odermatt, que lidera de forma sólida la general de la Copa del Mundo, una competición que ya acabó segundo la pasada temporada y en la que también comanda la clasificación del gigante.
"Ha sido una jornada muy dura, sobre todo por las condiciones y por el tiempo de espera", comentó Odermatt acerca de una prueba en la que se retrasó 75 minutos el arranque de la segunda y decisiva manga; después de que en la primera sólo lograsen llegar a meta 54 de los 89 participantes; y que al final sólo acabaron 47.
El jamaicano Benjamin Alexander ocupó ese cuadragésimo séptimo puesto, a un minuto y nueve segundos del crono de dos minutos y nueve segundos con los que ganó la carrera el nuevo ídolo de la afición helvética.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
"Tuve mucho tiempo para pensar en muchas cosas", explicó Odermatt, que hace cuatro años protagonizó el gran 'bombazo' en los Mundiales júnior de Davos, en su país, en los que se convirtió en el primero de toda la historia en capturar cinco oros -descenso, supergigante, combinada, gigante y por equipos- en esos campeonatos.
"No había soñado con esta victoria, pero ahora sí que parece que estoy inmerso en un sueño", declaró Odermatt tras proclamarse campeón olímpico de gigante este domingo en Yanqing.
