"Es increíble, haber entrado en los libros de historia del esquí canadiense. Siempre busqué la victoria, pero nunca lo había logrado; y al fin lo he conseguido", declaró Crawford, de 25 años, sin triunfos en la Copa del Mundo (en la que cuenta tres podios, dos de ellos esta temporada, pero en descenso), pero con un bronce olímpico. en la combinada de los Juegos de Pekín del año pasado.
"En unos Mundiales siempre hay presión, pero yo apenas la sentí, porque no esperaba ganar, así, así que estoy muy contento", explicó Crawford al canal de televisión Eurosport después de ganar una prueba en la que por una sola centésima relegó al segundo puesto al noruego Aleksander Aamodt Kilde; y en la que el francés Alexis Pinturault añadió este jueves el bronce al oro que había ganado el martes en la combinada.
"Hice una buena bajada, pero no sentí ninguna emoción especial esquiando. Al cruzar la meta, no me creía que hubiese marcado el mejor tiempo. Es fantástico. Gracias a todos; a mi familia, que está aquí, y a mi equipo, especialmente", manifestó Crawford tras proclamarse campeón del mundo de supergigante este jueves en Courchevel.
