Peaty, que posee el récord del mundo con un registro de 25.95, rebajó en 22 centésimas el hasta ahora mejor registro del curso, los 27.30 firmados el pasado 28 de enero por el italiano Federico Poggio en Luxemburgo.
El nadador británico, oro en los 100 braza en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y Tokio 2020, no dio ninguna opción en la final a su compatriota James Wilby, vigente campeón de Europa de los 200 braza, que concluyó segundo con un registro de 27.63 segundos.
Adam Peaty no fue la única estrella que nadó en la piscina del Vadudoise Arena, donde el sudafricano Matthew Sates se alzó con el triunfo tanto en la final de los 400 libre (3:50.45) como en la de los 400 estilos (4:18.86).
Más sorprendente fue el triunfo del israelí Meiron Cheruti, que se impuso con un tiempo de 22.18 segundos en la final de los 50 libre al francés Florent Manaudou, segundo con un crono de 22.35, y al italiano Thomas Ceccon, tercero con un registro de 22.45.
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Por su parte, la italiana Martina Carraro, plata en los 200 braza en los pasados Europeos, se impuso en la final de la prueba corta de braza con un tiempo de 30.77 segundos a la sudafricana Tatjana Schoenmaker, vigente campeona olímpica del doble hectómetro, que tocó la pared en segunda posición con un crono de 31.05.