Kilde, de 30 años y novio de Shiffrin, tres años más joven, logró su vigésima primera victoria en la Copa del Mundo, la octava de la temporada, al cubrir los 2.750 metros de la pista 'Ruthie's run', con salida a 3.246 metros de altitud y un desnivel de 762, en un tiempo ganador de un minuto, 31 segundos y sesenta centésimas, 61 menos que el canadiense James Crawford y con 63 de ventaja sobre el suizo Marco Odermatt, líder destacado de la general de la competición de la regularidad; que acabó tercero este sábado y está a un paso de revalidar título.
El noruego logró su undécima victoria en un descenso, la sexta de esta temporada; y repitió el triunfo final en la Copa del Mundo de la disciplina; el mismo día en el que Shiffrin -con la que forma la pareja más famosa del esquí alpino de los últimos años-, se aseguró de forma matemática su quinta gran Bola de Cristal, al acabar quinta el descenso de Kitfjell (Noruega). Donde logró, ante su afición, su primera victoria en Copa del Mundo Kajsa Vickhoff Lie y donde, al acabar segunda, la italiana Sofia Goggia ganó su cuarto Globo de la modalidad.
Kilde se hizo claro acreedor a la Bola de Cristal de la disciplina reina, al añadir el de este sábado a los triunfos que había conseguido este curso en los descensos de Lake Louise (Canadá), Beaver Creek (Canadá), Val Gardena (Italia), Wengen (Suiza) y Kitzbühel (Austria).
El austriaco Vincent Kriechmayr, el único que, antes de la carrera, aún podía aspirar a arrebatarle el Globo de Cristal al campeón nórdico -ganador de la general de la Copa del Mundo hace tres temporadas- acabó cuarto, por delante del francés Johan Clarey, otro mito del deporte rey invernal, que acabó quinto en Aspen a los 42 años.
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Tras su victoria de este sábado, Kilde suma 720 puntos en la clasificación de la disciplina, 206 más que Kriechmayr: una diferencia completamente insalvable, cuando sólo queda una prueba de descenso, la de las finales de Soldeu, en Andorra.
Odermatt mantuvo su liderato en la general, que sólo podría arrebatarle, únicamente como consecuencia de toda un debacle del astro helvético, el propio Kilde.
A falta de seis carreras para el final de la competición, la nueva estrella del deporte suizo lidera la Copa del Mundo con 1.526 puntos, 346 más que Kilde; mientras que otro noruego, Henrik Kristoffersen -que hace dos semanas se proclamó campeón mundial de eslalon en Courchevel (Francia)-, es tercero en la relación principal, a unos escalofriantes 652 puntos de Odermatt; y ya no tiene posibilidad alguna de hacerse con la gran Bola de Cristal.
