Evenepoel, que se tuvo que retirar en mayo del Giro cuando lideraba la general, se mostró certero para dar el golpe definitivo a la prueba, se marchó con Alec Segaert (Lotto-Dstny) y acabó ganándole al esprint sin dar opciones a los velocistas en la meta de Izegem.
Una escapada en la que se encontraban nombres ilustres como Wout van Aert e Yves Lampaert animó la prueba. Fue abortada en la última vuelta al circuito y quedó todo dispuesto para la maniobra de Evenepoel, el vigente campeón mundial, que marcó un crono de 4h52:02, el mismo que Segaert, mientras que Jasper Stuyven se colgó el bronce al ser el primero del siguiente grupo, que llegó a doce segundos.
